Meta, la compañía detrás de Facebook y otras importantes redes sociales, ha tomado una decisión que está dando de qué hablar: eliminar su programa de verificación de datos, anunciado oficialmente el pasado martes. Mark Zuckerberg, el CEO de Meta, parece querer acercarse al mundo conservador y, en particular, al presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, quien se preparan para asumir el cargo en un contexto político favorable con el Partido Republicano en control del Congreso.

La noticia llega justo después de la incorporación de Joel Kaplan, un exasesor del presidente George W. Bush, al equipo de Meta. Kaplan asumió el cargo de director de asuntos globales y ha sido señalado como un puente entre la empresa y Trump. Con esta medida, Meta dejará de lado a los verificadores de hechos profesionales y permitirá que los propios usuarios califiquen y modifiquen lo que se publica en la plataforma, adoptando un modelo similar al de X (anteriormente conocido como Twitter).

Zuckerberg ha justificado esta estrategia recordando que el programa de verificación, que se lanzó en 2016, había comenzado a generar más censura que información útil. "Hemos llegado a un punto donde hay demasiados errores y demasiada censura", afirmó en un comunicado. “Queremos volver a nuestras raíces y priorizar la libertad de expresión en todas nuestras plataformas".

Esta decisión ha sido recibida con críticas, pero también con soporte. Algunos defensores de la libertad de expresión consideran que era necesario dar este paso. Elon Musk, dueño de X, ha expresado en múltiples ocasiones su descontento con las políticas de moderación a la que Facebook había estado sometida. "La moderación excesiva ha limitado las voces de los usuarios", comentó.

Además, Meta ha tomado la controversia de la desinformación y la censura en redes sociales. Se espera que esta nueva política, donde la responsabilidad de verificación recaerá más en los usuarios, pueda abrir la puerta a una mayor diseminación de información errónea pero también podría permitir una expresión más amplia de ideas que han sido censuradas. Sin embargo, esta nueva política podría beneficiarse especialmente en temas sensibles como la inmigración, la identidad de género y el discurso político, donde la desinformación suele prevalecer.

Pero ¿qué pasará con el contenido que infrinja las normas comunitarias? Meta ha declarado que seguirán actuando contra violaciones graves, incluidas actividades relacionadas con el terrorismo y explotación infantil. Esto significa que aunque se está deshaciendo de la verificación de datos, aún habrá un enfoque en proteger a los usuarios de contenidos verdaderamente dañinos.

La reacción a esta medida ha sido polarizada. Linda Yaccarino, de X, considera que ha sido un movimiento inteligente, mientras que otros, como el cofundador de una ONG de fact-checking, han expresado preocupación por la destrucción de salvaguardias cruciales en un entorno donde la desinformación está en aumento. "Eliminar la verificación de datos sin una alternativa adecuada puede abrir la puerta a narrativas dañinas", remarcó.

La transición se comenzará a implementar en semanas, primero en Estados Unidos, donde la influencia de las plataformas sociales es considerable, y luego a nivel global. Con más de 3.000 millones de usuarios combinados entre Facebook, Instagram y Threads, el impacto de esta decisión podría ser monumental.

En un mundo donde la información vuela más rápido que la veracidad, la dirección que tomen estas plataformas será crucial. ¡Prepárate para un camino incierto donde la verdad y la libertad de expresión chocarán en cada esquina de las redes sociales!