Los polémicos comentarios de Jordi Castell durante la transmisión de Miss Universo por Chilevisión, dirigidos a la representante mexicana María Fernanda Beltrán, han causado una ola de indignación que ha llegado hasta México. Después de que Beltrán ingresara al top 5 del certamen, Castell lanzó una observación altamente inapropiada diciendo: “Anda a saber tú si la mexicana se acostó con alguien (…) ¿por qué no?”. Este comentario no solo sorprendió a los espectadores, sino que también generó incomodidad entre sus compañeros de panel, como Diana Bolocco, que rió nerviosamente, y Camila Andrade, que mostró abiertamente su descontento.

La reacción en redes sociales fue inmediata, con un torrente de críticas desde México. El influencer Eddy Nieblas destacó la gravedad del asunto, calificando las palabras de Castell como “fuera de lugar” e instando al comunicador a disculparse. Comentarios como “Deberías hacer un video de disculpas”, “Con México no te metes”, y “Ni te pares en México” inundaron las plataformas digitales.

Medios mexicanos, como Milemio, también condenaron las declaraciones de Castell, sugiriendo que el periodista no comprendía la magnitud de su error, ya que parecía confundido por la reacción de sus colegas. El informe señala que durante el programa, el fotógrafo había hecho varios comentarios inapropiados sobre el físico de las concursantes, lo que avivó aún más la controversia.

La situación se intensificó al punto que Castell decidió cerrar los comentarios en su cuenta de Instagram y no ha hecho declaraciones sobre el incidente hasta el momento. La polémica coquetea con la cancelación de su figura en el ámbito mediático debido a la percepción de sus opiniones machistas. Dicho esto, el programa culminó con María Fernanda Beltrán alcanzando el tercer lugar, mientras la corona fue para la representante de Dinamarca.

Es fundamental reflexionar sobre cómo comentarios de esta índole perpetúan estereotipos y una cultura de descalificación hacia las mujeres y sus logros. Este caso abre un debate sobre la responsabilidad de los medios y sus representantes al momento de expresarse, evidenciando que el respeto y la consideración son esenciales, especialmente en eventos que celebran la diversidad y el empoderamiento femenino.