La tragedia del accidente aéreo que tuvo lugar en Lago Ranco el 6 de febrero, donde perdió la vida el expresidente Sebastián Piñera, ha tomado un nuevo giro. La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) ha emitido una aclaración a raíz de las declaraciones de los sobrevivientes que ponen en duda ciertos detalles de un informe preliminar publicado el 6 de diciembre.

En dicho informe, la DGAC confirmó que Sebastián Piñera fue la única víctima fatal y sostuvo que el piloto se encontraba sin su arnés de seguridad en el momento del accidente. Sin embargo, los sobrevivientes—Magdalena Piñera, Ignacio Guerrero y Bautista Guerrero—han contradicho esta afirmación mediante un comunicado, asegurando que tanto el piloto como ellos mismos llevaban sus cinturones de seguridad durante el vuelo.

La DGAC, reconociendo la discrepancia, salió a aclarar mediante su cuenta oficial en X, indicando que "las medidas de seguridad descritas en este informe no se refieren a las medidas utilizadas por los ocupantes de la aeronave durante el vuelo". Este tipo de reacciones ha generado más confusión y ha suscitado interrogantes sobre la fiabilidad del informe inicial.

Además, el informe preliminar menciona que los sobrevivientes lograron salir del helicóptero antes de ser rescatados por embarcaciones cercanas. A pesar de esto, testigos afirman que todos los ocupantes llevaban sus cinturones de seguridad en el momento del impacto.

Es importante destacar que el accidente ocurrió durante un vuelo recreativo tras un almuerzo en la residencia del empresario José Cox. Según los sobrevivientes, el helicóptero se precipitó al agua debido a baja visibilidad, mencionando que aunque el impacto no fue severo, la aeronave comenzó a hundirse rápidamente. Bautista Guerrero explicó que él fue quien logró abrir una de las puertas del helicóptero, siguiendo las instrucciones previas de Piñera sobre cómo actuar en caso de emergencia.

Con una investigación que aún está en fase preliminar, la DGAC continúa recopilando información y realizando peritajes para determinar las causas del accidente y emitir las recomendaciones necesarias para mejorar la seguridad operacional en futuros vuelos. Los sobrevivientes, dispuestos a aclarar cualquier confusión, han decidido hacer pública su versión de los hechos para reafirmar el uso del cinturón de seguridad durante el vuelo, un aspecto crucial en cualquier situación de emergencia.

Este lamentable suceso no solo ha hecho aflorar la necesidad de una revisión rigurosa de los protocolos de seguridad en vuelos recreativos, sino que también ha resaltado la importancia de una comunicación transparente y efectiva por parte de las autoridades para evitar confusiones posteriores.