El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha sorprendido al mundo al nombrar a Brandon Judd, un exagente de seguridad fronteriza y presidente del sindicato de la Patrulla Fronteriza Nacional, como embajador de Chile. Este movimiento ha generado diversas reacciones en la política chilena, aumentando las especulaciones sobre las futuras relaciones entre ambos países.

Con una larga trayectoria en el control fronterizo, Judd comenzó su carrera en 1997, y rápidamente ascendió en las filas de la Patrulla Fronteriza. Se convirtió en presidente del sindicato que representa a más de 17,000 agentes en 2013, lo que le ha dado un profundo conocimiento en políticas migratorias, un tema candente en la actual administración de Trump.

El nombramiento ha sido catalogado de "raro" y "sorpresivo" por exministros chilenos. Heraldo Muñoz, excanciller de Chile, comentó que es curioso que la elección recaiga en alguien con experiencia en patrullaje fronterizo, en vez de un diplomático tradicional, dado que la distancia geográfica entre Chile y Estados Unidos es considerable. Muñoz afirmó: "El presidente de Estados Unidos tiene la facultad de nombrar como embajador a quien estime conveniente, pero es llamativo que el elegido tenga un perfil tan diferente al habitual."

Uno de los temas que Judd deberá abordar es la participación de Chile en el programa Visa Waiver, que ha sido objeto de críticas por parte de sectores del Partido Republicano en EE.UU., especialmente tras incidentes delictivos protagonizados por chilenos en territorio estadounidense.

Por su parte, el excanciller y senador socialista, José Miguel Insulza, catalogó el nombramiento de Judd como "sorpresivo" y afirmó que la rapidez del mismo es inusual. Insulza considera que es prematuro asociar este nombramiento con el futuro del programa Visa Waiver, aunque no descarta que esta designación pueda estar vinculada con la actual situación migratoria.

Alfonso Silva, exembajador de Chile en Estados Unidos, expresó que la elección de Judd es "interesante" por el énfasis en Chile en el nombramiento, algo que en su administración anterior había tardado en concretarse. "Es notable que Judd sea el primer embajador designado para Sudamérica en este nuevo mandato," afirmó Silva.

Sin embargo, Judd aún necesita ser ratificado por el Senado de Estados Unidos, donde el Partido Republicano controla la mayoría de los escaños. Por otro lado, la actual embajadora en Santiago, Bernadette Meehan, se prepara para dejar el país en enero tras confirmar su renuncia al presidente Joe Biden.

Este nombramiento podría marcar un cambio significativo en las dinámicas entre Chile y Estados Unidos, y muchos observadores están a la expectativa de cómo Judd abordará cuestiones de inmigración y seguridad en la región.