
Nuevas Esperanzas en el Tratamiento de la Esclerosis Múltiple con Vitamina D
2025-03-27
Autor: Valentina
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad compleja que afecta al sistema nervioso central y es influenciada por diversos factores de riesgo. Entre estos se encuentran el ser mujer, la obesidad, el fumar, una infección previa por el virus de Epstein-Barr y, sorprendentemente, la deficiencia de vitamina D. Varios estudios han indicado que niveles bajos de esta vitamina están asociados con una mayor actividad de la enfermedad; sin embargo, la eficacia de la suplementación ha arrojado resultados contradictorios hasta ahora.
Recientemente, un estudio innovador liderado por el Dr. Eric Thouvenot de la Universidad de Montpellier en Francia ha arrojado nueva luz sobre la posible utilidad del colecalciferol, o vitamina D3, en dosis altas como tratamiento único para pacientes con síndrome clínicamente aislado (CIS), una condición que frecuentemente precede a la EM.
Este ensayo, denominado D-Lay MS, fue un riguroso estudio doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo, que se llevó a cabo en 36 centros de EM en Francia. Un total de 316 pacientes, de los cuales el 70% eran mujeres y con edades comprendidas entre los 18 y 55 años, fueron reclutados. Todos los participantes tenían CIS no tratado, con una duración de menos de 90 días y niveles de vitamina D inferiores a 100 nmol/L. Se asignaron aleatoriamente a dos grupos: uno que recibió colecalciferol en dosis de 100.000 UI (n=163) y otro un placebo (n=153), ambos administrados cada dos semanas durante un periodo de 24 meses. La principal medida de resultado fue la actividad de la enfermedad, que se evaluó a través de la aparición de recaídas o nuevas lesiones en la resonancia magnética (RM).
Los resultados fueron alentadores: el 60,3% de los pacientes que recibieron vitamina D mostraron actividad de la enfermedad, en comparación con el 74,1% del grupo placebo. Además, el tiempo que tardaron en experimentar actividad de la enfermedad fue significativo: los pacientes en el grupo de vitamina D tardaron en promedio 432 días, frente a solo 224 días para el grupo placebo.
Las resonancias magnéticas también revelaron diferencias notables a favor del grupo que recibió vitamina D en tres importantes medidas: la actividad de la enfermedad (57,1% en el grupo de vitamina D contra 65,3% en el grupo placebo), la aparición de nuevas lesiones (46,2% frente a 59,2%) y lesiones que realzaron con contraste (18,6% contra 34%). Sin embargo, es importante mencionar que no se observaron diferencias significativas en los resultados clínicos secundarios, como la incidencia de recaídas, que afectaron al 17,9% de los que tomaron vitamina D frente al 21,8% del grupo control.
Es vital destacar que, aunque se reportaron eventos adversos graves en 17 pacientes del grupo suplementado y en 13 del grupo placebo, ninguno de estos eventos estuvo relacionado con la administración de vitamina D.
Este estudio plantea un nuevo horizonte en el tratamiento de la esclerosis múltiple y sugiere que la suplementación con vitamina D podría ser un método efectivo y relativamente seguro para manejar la enfermedad en sus primeras etapas. Sin embargo, se requiere más investigación para corroborar estos resultados y establecer pautas de tratamiento claras. ¡La esperanza para millones de personas con EM podría estar más cerca de lo que pensamos!