Mundo

Oleaje anómalo en el Pacífico: ¿Qué impacto tiene en Chile, Perú y Ecuador y hasta cuándo persistirá?

2025-01-04

Autor: Valentina

El océano ha desatado su furia en las costas de Chile, Perú y Ecuador, llevando consigo una serie de devastadoras consecuencias. En este evento, olas que alcanzan los cuatro metros han arrasado residencias, hundido embarcaciones e incluso cobrado vidas en estas naciones sudamericanas.

Este oleaje anómalo es resultado de un sistema frontal ubicado en el hemisferio norte y ha hecho que comunidades enteras entren en alerta máxima. Las autoridades han tenido que cerrar puertos y paralizar actividades pesqueras y turísticas en numerosas regiones. En Chile, el Servicio Meteorológico de la Armada pronosticó que el fenómeno impactaría desde Arica y Parinacota hasta el Golfo de Arauco, incluyendo el archipiélago Juan Fernández.

La intensidad de las olas comenzó a aumentar en la madrugada del 3 de enero, y se anticipa que las condiciones adversas continúen hasta el 6 de enero, alcanzando un pico de intensidad entre el viernes y sábado. Como precaución, la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior y Seguridad Pública (Senapred) emitió una Alerta Temprana Preventiva, instando a la ciudadanía a evitar actividades recreativas en la costa y alejarse de los sectores de rompientes.

Entre los daños más significativos, Valparaíso ha reportado afectaciones graves en el Paseo Wheelwright, donde se perdieron muebles urbanos y barandas. Este escenario llevó a la municipalidad a restringir el acceso por la amenaza que representa para los transeúntes.

En Antofagasta y Atacama, se han informado de 19 embarcaciones menores colapsadas, mientras que en Laguna Verde 16 residencias han sufrido daños severos y 43 más están siendo evaluadas. En la Región de Ñuble, más de 170 personas han sido impactadas por la pérdida de cultivos y pastizales solía alimentar ganado.

Una tragedia notable ocurrió en la Región de Tarapacá, donde un hombre de 30 años perdió la vida luego de ser arrastrado en Playa Tres Islas en Iquique, a pesar de las advertencias sobre la peligrosidad de la zona.

En cuanto a Perú, el oleaje ha tenido un impacto devastador en el norte del país, especialmente en las regiones de Piura y Tumbes, generando inundaciones y perjudicando a pescadores y la infraestructura turística. Específicamente, en el muelle artesanal El Ñuro en Talara, la fuerza del mar provocó el colapso de partes de la estructura, afectando actividades recreativas como el nado con tortugas marinas, y dejado a cerca de 400 pescadores sin poder salir al mar.

Juan Oré, un experimentado pescador artesanal, expresó su frustración: "Estamos completamente paralizados. No podemos salir al mar y hemos perdido gran parte de nuestros equipos. Es algo que nunca habíamos visto con esta intensidad".

El Instituto Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú explica que este fenómeno proviene de tormentas lejanas en el océano Pacífico, además de ser intensificado por la fase de luna nueva. Se anticipa que el oleaje continúe hasta el 7 de enero, afectando principalmente playas orientadas al noroeste.

Ecuador no se queda atrás. Provincias como Manabí, El Oro, Santa Elena y Esmeraldas han visto un alto impacto, con viviendas destruidas y pérdidas de vidas humanas registradas en Manta. Según Jorge Carrillo, de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, 131 personas han sido afectadas directamente, y 38 viviendas han sido dañadas.

El Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada de Ecuador (Inocar) ha advertido sobre el fenómeno de "mar de fondo", caracterizado por olas continuas provocadas por tormentas distantes en el Pacífico. Aunque se espera una mejora a partir del lunes 6 de enero, el daño a las comunidades costeras ha sido considerable y la actividad turística se ha visto grandemente restringida.

Esta crisis ha reabierto el debate sobre los efectos del cambio climático y la erosión costera. Carolina Martínez, directora del Observatorio de la Costa de la Pontificia Universidad Católica de Chile, ha indicado que un alarmante 86% de las playas entre Arica y Chiloé presenta signos de erosión. La extracción de algas, esenciales para proteger las costas, también se ha intensificado, agravando la situación.

Las recientes imágenes muestran la devastadora realidad: calles inundadas, barcos volcados y comunidades luchando por recuperarse. La combinación de un sistema frontal en el hemisferio norte, la fase lunar y la geografía costera han convertido este fenómeno en uno de los eventos marítimos más fuertes en años recientes.

Las autoridades en Chile, Perú y Ecuador han reforzado las alertas y recomendaciones, implementando banderas rojas en playas, cierres preventivos y restricciones en actividades marítimas. Las comunidades afectadas buscan adaptarse a una realidad que, expresan los expertos, podría repetirse con mayor frecuencia ante el embate del cambio climático.