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Pablo Zeballos, experto en crimen organizado: “El flujo de dinero que puede generar una cárcel es extraordinariamente alto”

2024-10-07

Autor: Sofía

El avance del crimen organizado, particularmente en el narcotráfico y el uso de violencia extrema, son temas centrales en el nuevo libro titulado *El virus entre sombras*, del investigador y ex funcionario de Carabineros de Chile, Pablo Zeballos.

Zeballos subraya que la evolución dinámica de estas estructuras criminales se convierte en un ejercicio peligroso cuando se revelan las conexiones ocultas que les permiten acumular y blanquear ganancias millonarias. Actúan como un virus que se infiltra y propaga entre las sombras, aprovechando un 'Estado huésped' para prosperar y volverse prácticamente invisibles.

Durante una entrevista con Paula Escobar en su programa *Influyentes*, Zeballos abordó cómo Latinoamérica ha evolucionado en un verdadero centro de innovación para el crimen organizado, similar a un Silicon Valley del delito. Este fenómeno se evidenció de manera alarmante tras la pandemia, con el Estado retirándose y el crimen encontrando espacio para crecer.

Un ejemplo preocupante del avance del crimen organizado es el Tren de Aragua, una organización venezolana que ha establecido un modelo eficaz de operación caracterizado por una combinación de violencia irracional, control territorial y desafío abierto a los Estados. Zeballos señala que esta banda ha perfeccionado un método que les permite actuar con rapidez, algo que resulta incluso más eficiente que la reacción de las autoridades.

En Ecuador, ya se están identificando movimientos de organizaciones criminales que tienen intenciones similares y que podrían expandirse hacia el sur, impactando aún más países de la región como Perú.

Uno de los temas que se ha debatido recientemente es la posibilidad de contar con militares resguardando infraestructuras críticas en tiempos de crisis. Zeballos advierte que este debate debe ser abordado con cautela, ya que no es una solución sencilla.

“Podemos pensar en poner soldados para proteger estas infraestructuras, pero debemos cuestionarnos si estos soldados están preparados para ello, o si solo están entrenados para situaciones de guerra,” comenta el experto.

Además, destaca la diferencia en la formación entre un carabinero, que está entrenado para interactuar con la ciudadanía, y un militar, cuyo entrenamiento no necesariamente implica la misma capacidad de manejo social. Esto plantea el riesgo de que la presencia militar pueda ser vista por organizaciones criminales como una oportunidad para desafiar al Estado, lo que podría poner en peligro el objetivo original de mejorar la seguridad en esas áreas.

En conclusión, Zeballos hace un llamado a redirigir la conversación y las estrategias en torno al crimen organizado, subrayando la necesidad de comprender mejor la naturaleza de estas organizaciones y el contexto en el que operan para diseñar respuestas efectivas y adecuadas.