Recientemente, el exministro de educación Joaquín Lavín generó un gran revuelo al enviar una carta al director, publicada en El Mercurio, donde intentaba felicitar a los alumnos del Colegio San Juan de Lampa por sus impresivos puntajes en la PAES. Sin embargo, su mensaje se tornó en un intento fallido que terminó estigmatizando aún más a una comunidad ya vulnerable.

Lavín, al comparar los logros académicos de los estudiantes con la tragedia de una balacera ocurrida en la misma comuna, hizo declaraciones que dejaron a muchos desconcertados. Recordó un evento violento, en el que cinco personas perdieron la vida durante una fiesta en Lampa, sugiriendo conexiones entre la violencia y la educación. “¿Están conectados ambos hechos?”, cuestionó Lavín, dando a entender que la delincuencia y el narcotráfico son problemas intrínsecos a la comuna.

Los alumnos del Colegio San Juan de Lampa no se quedaron callados y respondieron a Lavín, afirmando que su carta tuvo un efecto perjudicial en la percepción externa de su comunidad. “Resulta dañino el efecto que tienen sus dichos. Desvirtúan nuestra realidad y refuerzan estigmas que hemos trabajado arduamente en desmantelar”, manifestaron, sorprendidos ante la falta de empatía y de investigación en sus palabras.

Además, resaltaron que, aunque no niegan la existencia de problemas como la delincuencia y la pobreza, esto no define la totalidad de su comuna. “Lampa no es solo un símbolo de crimen; es un lugar donde estamos luchando por una educación integral, que es clave para nuestro futuro”, añadieron los estudiantes, quienes se muestran conscientes de las desigualdades educativas que existen en Chile.

Lavín, en su misiva, se refirió también a la gran disparidad en los resultados de la PAES entre colegios tradicionales y aquellos situados en sectores vulnerables, una realidad que los estudiantes reconocen. A pesar de ello, abogan por una mayor atención a sus esfuerzos por mejorar la educación en su comunidad.

Los alumnos no solo agradecieron el reconocimiento de su esfuerzo, sino que destacaron la necesidad de un compromiso genuino de las autoridades para cerrar las brechas educativas. “Nosotros comenzamos en casa con valores y esfuerzos que nos montan en un camino diferente, no necesitamos ser salvados por nadie”, indicaron con firmeza.

La respuesta clara y enérgica de los estudiantes pone de relieve la importancia de abordar la realidad de Lampa con un enfoque más informado y humano. En un contexto donde los estigmas pueden tener efectos devastadores, el llamado de la comunidad a la comprensión y al respeto resulta fundamental. Ahora, la pregunta es: ¿logrará Lavín entender la lucha y el potencial de los estudiantes de Lampa, o continuarán siendo vistos a través de la lente de la criminalización?