¿Por qué Hitler no era comunista? La verdad detrás de la polémica afirmación de Alice Weidel
2025-01-13
Autor: Benjamín
El reciente debate entre Elon Musk y Alice Weidel, líder del partido populista de derecha Alternativa para Alemania (AfD), ha puesto de manifiesto afirmaciones sorprendentes sobre Adolf Hitler y su relación con el comunismo. Weidel afirmó en la Plataforma X que Hitler no era de derecha, sino que se consideraba "comunista". Esta controversial declaración ha generado un gran revuelo.
Weidel argumentó: "[Los nacionalsocialistas] nacionalizaron toda la industria. (...) El mayor éxito tras esta terrible época de nuestra historia fue etiquetar a Adolf Hitler de derechista y conservador. Él era exactamente lo contrario. No era conservador. Era un tipo socialista-comunista". Sin embargo, este tipo de afirmaciones son rápidamente desmentidas por historiadores y expertos en el tema.
El historiador alemán Thomas Sandküchler rechazó la postura de Weidel, señalando que sus declaraciones son "puras tonterías" que trivializan las atrocidades del régimen nacionalsocialista. El historiador Michael Wildt, especializado en nacionalsocialismo, también calificó las afirmaciones como "auténtico disparate", enfatizando que Hitler combatió sistemáticamente el marxismo y que las primeras víctimas de su régimen fueron comunistas y socialistas.
Desde la perspectiva económica, el nacionalsocialismo no se alineó en absoluto con las ideas comunistas. Thomas Weber, otro historiador consultado, explicó que el comunismo se basa en la abolición de la propiedad privada para establecer una economía dirigida por la propiedad común, algo que Hitler nunca promovió. A pesar de utilizar términos como "socialista" para ganar apoyo entre la clase trabajadora, el NSDAP mantuvo firmemente el principio de propiedad privada y ejecutó una brutal represión contra quienes representaban una amenaza a su ideología, como comunistas y socialdemócratas.
Es cierto que hubo un ala social-revolucionaria dentro del NSDAP en sus inicios, pero esta fue rápidamente eliminada tras la llegada al poder de Hitler en 1933. El asesinato del líder de esta ala, Gregor Strasser, en 1934, simboliza esta erradicación de cualquier orientación socialista genuina en el partido. La mayoría de los historiadores hoy concuerdan que el nacionalsocialismo no puede equipararse con el socialismo, aunque algunos intenten hacerlo por razones políticas en la actualidad.
Este tipo de afirmaciones sobre Hitler no solo son históricamente incorrectas, sino que también tienen el potencial de desviar la atención de las lecciones trágicas del pasado, tal como los peligros del extremismo y la intolerancia. En un momento en que se está resurgiendo el debate sobre la extrema derecha en Europa, es crucial entender la verdadera naturaleza de los regímenes totalitarios del siglo XX y no malinterpretarlos con propósitos ideológicos.