Ciencia

¿Por qué la búsqueda de la felicidad podría estar haciendo más infelices a las personas?

2024-10-12

Autor: Valentina

En nuestra moderna sociedad, la presión por ser feliz no solo es abrumadora, sino que a menudo se convierte en un deber casi inalcanzable. Nos bombardean con mensajes publicitarios que insinúan que la felicidad está al alcance de la mano, simplemente comprando el último gadget o disfrutando de experiencias “premium”. Sin embargo, la realidad es muy distinta y es crucial entender esta distinción para evitar caer en la trampa del consumismo.

El concepto de felicidad a menudo se presenta como un estado deseo que debemos alcanzar, y mientras que sociólogos y psicólogos coinciden en que la búsqueda de la felicidad puede ser valiosa, también advierten que puede convertirse en una fuente de frustración. En esta búsqueda, la felicidad se torna evasiva. Ciertamente, como dice la famosa frase inspirada en la obra de Bizet: “la felicidad es un pájaro rebelde”, siempre parece encontrarse un paso más allá de nuestras manos.

De acuerdo con estudios recientes, se ha estimado que alrededor del 50% de nuestra capacidad para ser felices está determinada por la genética. Esto significa que mucho de lo que consideramos barreras para nuestra felicidad pueden no ser más que aspectos innatos de nuestra personalidad. El entorno contribuye con otro 40% a esa búsqueda, mientras que solo un 10% está bajo nuestro control. Esto debería liberarnos de la culpa de no ser completamente felices y hacernos reflexionar sobre los estándares que nos imponemos.

La filósofa y psicóloga Laurie Santos, conocida por su trabajo en la felicidad, sugiere que muchos de nosotros estamos malinterpretando la felicidad. En su aclamado curso en Yale, nos enseña que el enfoque equivocado hacia la búsqueda de la felicidad a menudo nos lleva a tomar decisiones que en última instancia nos hacen sentir insatisfechos. Ella argumenta que es fundamental aprender a identificar nuestras necesidades emocionales y trabajar en fomentar relaciones significativas en lugar de perseguir placeres efímeros.

Un aspecto crítico que no podemos pasar por alto es la salud mental. En un mundo que tiende a priorizar la imagen de la felicidad, los problemas de salud mental como la depresión quedan a menudo desestimados. Esto se hizo evidente en el reciente Día Mundial de la Salud Mental, donde se recordó la importancia de cuidar nuestro bienestar emocional como un paso esencial hacia una vida más feliz y equilibrada.

Además, las relaciones interpersonales juegan un papel crucial en nuestra percepción de la felicidad. Las dinámicas familiares pueden ser particularmente complicadas; los hijos, aunque puedan ser una fuente de alegría, también pueden generar ansiedad y estrés en los padres. Este conflicto emocional ha sido explorado en diversas obras literarias que abordan la relación entre madres e hijos de una manera honesta y cruda.

Finalmente, es importante encontrar motivación en los aspectos simples de la vida, que a menudo son los más enriquecedores. La cultura noruega presenta el concepto de 'Koselig', que promueve momentos de calidez y comodidad compartidos con seres queridos, ya sea viendo una película o disfrutando de la tranquilidad de la naturaleza. Esto demuestra que la felicidad puede encontrarse en lo cotidiano y en las conexiones humanas, no necesariamente en grandes gestos o posesiones materiales.

En conclusión, dejemos de lado las expectativas poco realistas y centrémonos en el presente, en la autenticidad y en lo que realmente nos nutre emocionalmente. La búsqueda de la felicidad no debería ser un camino de sufrimiento, sino un viaje de autodescubrimiento y aceptación.