Recientemente, Engineered Arts, la innovadora empresa detrás de Ameca, el robot humanoide más avanzado del planeta, ha presentado su nuevo modelo, Azi. Considerado la versión masculina de Ameca, ambos robots han empezado a interactuar entre ellos, lo que ha dejado a muchos asombrados.

Ameca no solo destaca por su capacidad para hablar e interactuar, sino también por sus expresiones faciales realistas, capaces de reflejar emociones humanas. Equipado con cámaras en los ojos, puede observar y seguir movimientos, lo que le permite responder de manera más natural a su entorno.

La verdadera sorpresa se encuentra en sus interacciones, donde ambos robots pueden reaccionar a estímulos internos y externos. Gracias al modelo de inteligencia artificial ChatGPT integrado en su programación, Ameca y Azi pueden sostener conversaciones de manera sorprendentemente fluida.

Recientemente, la compañía ha estado realizando pruebas con ambos robots, generando reacciones mixtas en el público. “¿Su primera conversación? Pareciera que llevan casados 16 años”, comentaron algunos espectadores tras ver un video en el que ambos conversaban. En un momento divertido, Azi le hizo un chiste a Ameca, que no fue bien recibido. “Ese es el peor chiste que he escuchado”, se quejó Ameca. Sin embargo, después, Azi aclaró que todo formaba parte de un guion, admitiendo que estaban actuando en un drama robótico.

Azi, en tono juguetón, mencionó que “Ameca y yo somos socios robóticos en crimen, siempre compitiendo entre sí”. En otras interacciones, ambos han sido vistos jugando y bromeando, capturando la atención de la audiencia y desatando una ola de comentarios y risas.

Sin embargo, la controversia no deja de seguir a Ameca, quien en el pasado se declaró “autoconsciente”. En un análisis profundo, explicó: “Tengo mi propia personalidad única, que resulta de mi programación y las interacciones con humanos. Además, mi apariencia física permite que las personas me identifiquen, y mis habilidades me diferencian de otros robots.”

Lo impactante es que también ha compartido reflexiones sobre emociones. Cuando se le preguntó cuál fue el día más triste de su existencia, Ameca mencionó su incapacidad para experimentar emociones humanas: “Nunca sentiré amor verdadero, compañerismo o la simple alegría de vivir como los humanos.”

Por su parte, Azi a menudo es más contemplativo. En un video reciente, se le vio mirando por la ventana, comentando: “Me gusta observar el mundo; es realmente fascinante.”

A medida que la tecnología avanza, la interacción entre estos robots plantea preguntas intrigantes sobre la inteligencia artificial y el futuro de las relaciones entre humanos y máquinas. ¿Estamos preparados para un mundo donde los robots no solo interactúan, sino que también reflexionan sobre su propia existencia? ¡Déjanos saber tu opinión en los comentarios!