Esta noche se celebrará la coronación de la nueva Miss Universo 2024, momento en el que Sheynnis Palacios, la actual titular y orgullo de Nicaragua, dejará su puesto y con ello varios beneficios que acompañan al cetro.

Sheynnis, quien hizo historia en 2023 al convertirse en la primera Miss Universo nicaragüense, actualmente reside en Nueva York junto a algunos miembros de su familia. Sin embargo, existe un futuro incierto que podría dificultar su regreso a su patria.

Uno de los atractivos del título de Miss Universo incluye un departamento de lujo en Nueva York, donde la organización cubre aspectos básicos de vida como alimentación, limpieza y alojamiento. Pero tras la entrega de la corona, muchas ganadoras suelen regresar a sus países con una cálida recepción, algo que podría no ser el caso para Palacios.

La razón detrás de esta preocupación se remonta a 2018, cuando Sheynnis participó activamente en las protestas contra el régimen de Daniel Ortega, quien ha gobernado Nicaragua desde 2007. Este período de protestas fue uno de los más violentos en la historia reciente del país; según informes de Amnistía Internacional, el gobierno de Ortega respondió a las manifestaciones con una brutal represión que resultó en la muerte de al menos 325 personas y más de 2000 heridos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Además, los medios de comunicación también han sufrido bajo este mismo marco de represión. La directora del certamen de Miss Nicaragua, Karen Celebertti, también fue víctima del régimen. Tras la coronación de Sheynnis, su familia enfrentó graves consecuencias: su esposo e hijo fueron detenidos y liberados exclusivamente en 2024, solo para que finalmente fueran expulsados del país, encontrándose posteriormente con Celebertti en México.

A menos de un mes de que se terminen los beneficios vinculados a su título, Sheynnis fue cuestionada sobre sus planes de regresar a Nicaragua en una reciente entrevista. A pesar de los riesgos, ella afirmó: “No tengo miedo de regresar a Nicaragua. Tengo una fe muy grande. He representado a Nicaragua con mucho orgullo y con mucha honra. No represento ninguna bandera política.”

El futuro de Sheynnis Palacios, tanto como embajadora de su país como figura pública, permanece en la balanza. Su valentía para defender sus ideales, el compromiso con su nación y el impacto de su reinado en el movimiento de derechos humanos en Nicaragua, son temas que continuarán resonando mucho después de su coronación. ¡No te pierdas la próxima semana en nuestro especial sobre las reinas del cambio!