Una nueva y controvertida película biográfica sobre Vladímir Putin, creada con inteligencia artificial (IA), ha desatado un verdadero torbellino mediático. Bajo la dirección del cineasta polaco Patryk Vega, conocido por sus producciones de acción visceral, este filme no solo promete ser visualmente impactante, sino que también ha conseguido la atención inquietante de los servicios de inteligencia rusos.

Titulado simplemente «Putin», el filme presenta a Slawomir Sobala como el líder ruso, un actor que ha pasado dos años estudiando meticulosamente cada movimiento y gesto de Putin para ofrecer una interpretación lo más fiel posible. Además, su notable parecido físico ha contribuido a que los espectadores lo identifiquen fácilmente con el mandatario.

La película utiliza tecnología de IA para superponer el rostro de Putin sobre el cuerpo del actor, ofreciendo una imagen más precisa y realista. Vega sostiene que esta técnica no solo mejora la apariencia, sino que también permite capturar matices que un actor convencional no podría lograr, generando un realismo inédito en el cine.

El tráiler revela una imagen del presidente ruso que no escatima en dramatismo: desde su infancia acosada hasta un ascenso al poder lleno de controversias. Una de las escenas más impactantes incluye a Putin en una cama de hospital, lo que ha sido interpretado como un indicio de vulnerabilidad.

Particularmente provocativa es una escena de cacería en la que mujeres, vestidas como conejitas de Playboy, son las 'presas', suscitando reacciones furiosas tanto a nivel nacional como internacional. Estas representaciones han llevado a un creciente debate sobre la ética de representar a figuras políticas de manera tan sensacionalista.

El interés de los servicios de inteligencia rusos no se hizo esperar. Vega reveló que su equipo recibió ofertas que ascendían hasta $50,000 por el guion o proyecciones privadas a través de LinkedIn, lo que indica una tensión subyacente ante la inminente difusión del filme. Sobala rechazó la oferta generosa, mientras que Vega decidió participar en una burla a los espías, simulando una negociación de $200,000, lo que atrajo la atención de la agencia de inteligencia polaca.

A pesar de las amenazas implícitas y los desafíos en la producción, el director ha logrado llevar su obra a más de 50 países. La narrativa de Putin resuena con audiencias globales, tocando temas como el poder, la corrupción y las tensiones geopolíticas, que parecen más relevantes que nunca en el actual panorama mundial.

Además, la película ha abierto un debate sobre el uso de la inteligencia artificial en la industria cinematográfica. Muchos se preguntan si la IA podría reemplazar la creatividad humana o, por el contrario, servir como una herramienta para enriquecer la narración. Sin embargo, Vega aclara que, aunque la tecnología ha sido fundamental, la esencia del personaje y la emotividad de la película provienen de la visión de los creativos humanos involucrados en el proyecto.

Finalmente, la película «Putin» se estrenará el 10 de enero, elevando aún más la expectativa y la polémica que roda a su alrededor. Su llegada promete marcar un hito en el cine contemporáneo y en la percepción pública del líder ruso.