Ciencia

¿Qué es el 'masking'? La lucha silenciosa de miles de mujeres y niñas con TEA

2024-09-30

El 'masking', o camuflaje, es una estrategia utilizada por muchas personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) para ocultar sus síntomas y adaptarse a las expectativas sociales que predominan en su entorno. Esta técnica implica imitar comportamientos de personas neurotípicas, lo que les ayuda a integrarse en situaciones sociales y a evitar el rechazo o la exclusión.

Si bien es cierto que cualquier persona puede necesitar poner en práctica el masking en ciertos momentos de su vida, las mujeres y niñas con TEA suelen recurrir a esta práctica de manera constante debido a la presión social que sienten para ajustarse a los estándares establecidos.

El impacto del masking en mujeres y niñas con TEA

Los expertos del Centro de Psicología Marhela explican que el término 'masking' en psicología se refiere a colocarse una "máscara neurotípica"; es decir, a camuflar o adaptar el propio comportamiento a lo que se espera socialmente en cada situación. Aunque esta estrategia puede parecer beneficiosa en el corto plazo, pues facilita evitar situaciones incómodas como el acoso escolar o el mobbing laboral, sus efectos a largo plazo son perjudiciales.

Las mujeres y niñas que practican el masking a menudo experimentan un desgaste psicológico considerable, junto con episodios de ansiedad, depresión y una disociación constante de su identidad verdadera. Este esfuerzo por parecer "normales" no solo es agotador, sino que les impide expresarse auténticamente y recibir el apoyo que realmente necesitan.

La relación entre masking e infradiagnóstico del TEA

Este fenómeno del masking está estrechamente relacionado con el infradiagnóstico del TEA en las mujeres. Investigaciones de la Universitat de València han señalado que la notable desproporción en el diagnóstico de TEA entre hombres y mujeres puede deberse a un sesgo hacia un estereotipo masculino del trastorno. Las autoras sugieren que muchas niñas con niveles significativos de rasgos de TEA, pero sin características intelectuales o comportamentales adicionales, pueden no cumplir con los criterios de diagnóstico debido a su capacidad para manejar el trastorno de una manera más eficiente que los niños.

Además, un estudio de académicas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria para The Conversation sugiere que muchas mujeres se enteran de su diagnóstico de TEA solo después de que sus hijos son diagnosticados. Ello las lleva a reflexionar sobre su propia forma de ser y actuar, experimentando una disminución en la ansiedad tras el diagnóstico.

Las mujeres autistas describen el masking como un proceso agotador que afecta su bienestar mental y físico. Si bien puede facilitar el logro de éxito social o académico, el costo emocional puede ser alto, provocando niveles extremos de ansiedad y, en muchos casos, depresión. Este constante esfuerzo por encajar también puede hacer que sus problemas de salud mental sean confundidos con otros trastornos, como la ansiedad social o el trastorno obsesivo-compulsivo.

La creciente visibilidad del autismo en mujeres

Con el surgimiento de movimientos para visibilizar el autismo en mujeres, cada vez más de ellas comienzan a compartir sus historias y a abogar por un diagnóstico más temprano y preciso. Esta transformación en la narrativa sobre el TEA busca no solo sensibilizar a la sociedad, sino también mejorar la calidad de vida de quienes viven con este trastorno.

En la lucha por la aceptación y la comprensión del autismo, es fundamental que la sociedad reconozca la importancia de apoyar a mujeres y niñas autistas, brindándoles el espacio y la validación que necesiten para vivir auténticamente sin tener que ocultar quiénes son.