
Recuerdos de un verdadero héroe: El legado del Dr. Ricardo Restrepo Arbeláez, pionero de la rehabilitación en Medellín
2025-03-27
Autor: Lucas
El doctor Ricardo Restrepo Arbeláez, reconocido como el padre de la medicina de rehabilitación en Medellín, dejó un profundo impacto en la vida de muchos. Su fallecimiento, ocurrido el miércoles pasado a los 86 años debido a problemas de salud, ha generado un gran luto entre quienes valoran su dedicación y aporte humanitario, que se extendió por más de medio siglo.
Su legado comenzó en 1963 con la fundación del Comité de Rehabilitación en Medellín, una entidad que buscaba integrar a las personas con discapacidad en la sociedad, brindando no solo atención médica sino también apoyo emocional y social. "Lo que más se observaba en los pacientes de aquel entonces era el dolor por la exclusión a la que eran sometidos", explicó Sonia Gallardo Gómez, directora del Comité. Gracias a su liderazgo, se desarrollaron políticas inclusivas en colaboración con entidades como la ANDI, Acopi y la Gobernación de Antioquia.
Nacido el 22 de julio de 1938 en Medellín, Restrepo Arbeláez completó su formación en la Universidad de Antioquia y se especializó en el Instituto Mexicano de Rehabilitación. Su pasión por la medicina lo llevó a ocupar importantes cargos en diferentes organizaciones, fortaleciendo la atención y promoción de la rehabilitación en el país. Fue miembro influyente de la Sociedad Colombiana de Medicina Física y Rehabilitación, así como asesor internacional en la Organización Mundial de la Salud.
Al recordar su trayectoria, es evidente que el Dr. Restrepo no solo se dedicó a curar, sino que también luchó por la inclusión. Su visión era clara: la rehabilitación debía ir más allá de las paredes de los hospitales y alcanzar a todos sin distinción. Elena María Molina, quien trabajó con él, recordó su genuina pasión por ayudar: "Era un hombre enamorado del servicio y de la vida. Siempre invitaba a los demás a ser solidarios con aquellos que más lo necesitaban".
El Dr. Restrepo se destacó no solo en el ámbito médico, sino también en su compromiso con la sociedad. Creía firmemente que el Hospital San Vicente Fundación debía ser un refugio de esperanza, donde nadie se sintiera rechazado. "Este hospital es y siempre será de puertas abiertas" afirmaba, instando a la comunidad a mantener el espíritu de caridad y solidaridad.
Hoy, mientras honramos su memoria, su legado continúa inspirando a nuevos profesionales y activistas en el campo de la rehabilitación y la inclusión social. La comunidad lo recordará siempre no solo como un médico excepcional, sino como un verdadero pionero en el tratamiento y apoyo a aquellos que enfrentan discapacidades. Sin duda, su vida y obra son un ejemplo de amor y dedicación al prójimo.