Una decisión inesperada ha sacudido el escenario político y ambiental en Chile. Este miércoles por la tarde, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) anunció que su directora ejecutiva, Valentina Durán, ha solicitado la renuncia no voluntaria de Ramón Guajardo Perines, director regional del SEA en Antofagasta, con efecto a partir del próximo 30 de septiembre.

Esta notable medida se produce apenas 24 horas después de que la empresa Colbún decidiera suspender el desarrollo de su proyecto de almacenamiento de energía, conocido como Central de Bombeo Paposo, ubicado en la comuna de Taltal, que representa una inversión de nada menos que US$ 1.400 millones. La suspensión se dio tras la decisión del SEA regional de acoger parcialmente un recurso de reposición que la eléctrica, vinculada a la poderosa familia Matte, había presentado. Sin embargo, el SEA mantuvo el término anticipado del procedimiento, inicialmente decretado el 12 de agosto, debido a la falta de información relevante y esencial para el desarrollo del mismo.

A pesar de los agradecimientos públicos por el trabajo de Guajardo, se rumorea que la decisión de Durán se basa en una pérdida de confianza. Fuentes del Diario Financiero sugieren que hubo un descontento considerable en los Ministerios de Economía y Energía respecto al manejo del proyecto de Colbún, lo que llevó a la activación de conversaciones internas para esclarecer los acontecimientos en el SEA regional.

En medio del escándalo, es importante señalar que el SEA, en un intento por separar la controversia, aclaró que el término anticipado no implica un rechazo al proyecto, sino una oportunidad de mejora que facilita completar la información que, según el SEA, estaba ausente.

Además, desde la entidad subrayaron que, conforme a la Ley, cualquier recurso de reposición debe ser presentado ante la misma dirección regional, lo que significa que la decisión final ha sido tomada exclusivamente en Antofagasta, sin posibilidad de apelación a niveles superiores.

Valentina Durán, en su papel de máxima autoridad del SEA, ha reafirmado su compromiso de trabajar para unificar criterios en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) a nivel nacional, buscando así brindar la mayor seguridad técnica y jurídica a los proyectos que se encuentran en espera.

La controversia continúa y muchos se preguntan: ¿qué repercusiones tendrá esta crisis en el futuro de los proyectos energéticos en Chile? La situación es tensa, y la respuesta podría impactar no solo a Colbún, sino también a la confianza inversora en el país.