¡Revolución en el bienestar animal y humano! Clave para una producción sostenible en tambos
2024-11-26
Autor: Pedro
«Lograr el bienestar de las vacas es imposible si primero no se asegura el bienestar del personal que trabaja con ellas». Esta poderosa afirmación pertenece a Mario Sirvén, un prominente experto en medicina veterinaria que falleció en 2021. Su legado se enmarca en el reciente X Episodio de "La vaca alrededor de la Ubre" de Aprocal, que profundizó en el impacto del bienestar animal y laboral en los tambos y su repercusión en la calidad de la producción láctea.
El evento virtual estuvo moderado por la Lic. Marcela Evans, coordinadora de la Comisión Técnica de Factor Humano, junto al Dr. Roberto Vaca, experto en comportamiento y bienestar animal. Esta interesante discusión llevó a la audiencia a reflexionar sobre la relevancia del ambiente de trabajo en el que se encuentran tanto animales como trabajadores.
¿Qué define un entorno laboral saludable?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un entorno laboral saludable implica que tanto empleados como directivos se involucren en un proceso continuo de mejora que protege y promueve la salud, seguridad y bienestar de todos. Marcela Evans destacó que para cultivar un buen clima laboral, es vital que cada persona tenga la oportunidad de desempeñarse en lo que le apasiona, en un marco que favorezca la conciliación entre la vida personal y profesional.
Además, la profesional enfatizó la importancia de sentirse reconocido, tener estabilidad laboral y la posibilidad de tomar decisiones. La satisfacción en el trabajo va más allá de un sueldo justo; se trata de encontrar sentido en lo que uno hace.
¿Cómo se manifiesta el bienestar laboral?
El bienestar laboral, según Evans, es un estado que se traduce en satisfacción, salud y felicidad en el puesto de trabajo. Una encuesta del CREA Santa Fe Centro realizada en 2012 reveló que el 50% de los trabajadores en lecherías eran jóvenes menores de 30 años, con poca educación y enfrentando alta rotación en sus empleos. Las condiciones laborales eran desafiantes, con turnos que comenzaban a las 2 de la madrugada y una dura realidad habitacional que no cubría sus necesidades básicas. Más del 70% trabajaba más de 8 horas diarias con horarios y vacaciones desorganizados.
Transformando prácticas laborales
Para minimizar “riesgos psicosociales”, Evans mencionó la necesidad de reestructurar prácticas normalizadas como la presión laboral, la inestabilidad y la comunicación deficiente. También subrayó la falta de incentivos y el desequilibrio entre la vida personal y laboral como factores a mejorar en los tambos.
Una salud: bienestar integral
El Dr. Vaca resaltó que, para entender el 'bienestar total' dentro de la producción lechera, es crucial observar la interacción entre humanos y animales. Esta interacción determina en gran medida el bienestar animal, que incluye confort, salud y alimentación de las vacas. Vaca advirtió que la ansiedad y frustración en los animales consecuencia de la falta de alimento no solo afectan su bienestar físico, sino también su estado psicológico, recalibrando así el concepto de “Una Salud.”
El bienestar animal está intrínsecamente ligado al de las personas que trabajan en el sector. Sin el bienestar de los operarios, no puede existir un adecuado bienestar animal.
Clasificación de la interacción hombre-animal
Finalmente, Vaca describió cómo la interacción entre humanos y animales puede ser clasificada en positiva, negativa o insignificante. La comunicación efectiva y el cuidado son vitales para evitar comportamientos agresivos que indiquen un ambiente hostil, lo cual puede generar menor eficiencia y aumentar el riesgo de accidentes.
En conclusión, asegurar el bienestar tanto de los trabajadores como de las vacas no es solo una ética, sino una necesidad para garantizar una producción láctea sostenible y de calidad. ¡Es hora de hacer cambios significativos en nuestros tambos! ¿Estamos preparados para ello?