Ciencia

¡Revolución en la Neurociencia! Un estudio controvertido sugiere que las neuronas son muy diferentes a lo que pensábamos

2024-12-04

Autor: Camila

Científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins han generado un gran revuelo en el ámbito de la biología con su última investigación. Según sus hallazgos, la estructura de las neuronas, especialmente la forma de sus axones, podría ser radicalmente distinta a lo que los libros de texto han enseñado durante más de un siglo.

La investigación, liderada por la estudiante de posgrado Jacqueline Griswold y publicada en la revista Nature Neuroscience, ha revelado que los axones, que son los ‘brazos’ que conectan las células cerebrales y permiten la comunicación entre ellas, no son simplemente tubos cilíndricos. En su lugar, podrían asemejarse a un collar de perlas, lo que ha llevado a los expertos a preguntar si es momento de actualizar los conceptos básicos de la biología.

“Incluso las imágenes más recientes han mostrado cierta irregularidad en los axones, pero la magnitud de estos hallazgos realmente desafía nuestras nociones previas”, declaró el Dr. Shigeki Watanabe, profesor asociado de biología celular y neurociencia en Johns Hopkins. “Estos descubrimientos podrían cambiar la comprensión de cómo las neuronas envían señales.”

Es interesante destacar que esta no es la primera vez que se observan axones con forma inusual. Fenómenos similares se habían detectado en neuronas que sufren inflamación, como en pacientes con la enfermedad de Parkinson y otras patologías neurodegenerativas. Sin embargo, lo sorprendente es que los ratones estudiados no mostraban condiciones patológicas.

Según la investigación, la forma bulbosa de los axones no solo es curiosa, sino que también puede desempeñar un papel funcional. “Un espacio más amplio en los axones permite que los iones —las partículas químicas— se muevan más rápidamente, evitando 'atascos' en la señalización neuronal”, explicó Watanabe.

No obstante, no todos los investigadores están convencidos de la nueva teoría. En un artículo reciente en la revista Science, un grupo de expertos argumenta que, aunque los axones pueden exhibir estas formas inusuales, no necesariamente implican una revisión completa de lo que se conoce sobre su estructura.

El neurocientífico Christophe Leterrier, de la Universidad de Aix-Marsella, comentó: “Si bien es cierto que los axones no son tubos perfectos, la descripción de que son como un acordeón es excesiva y puede llevar a malentendidos”. Además, hay quienes sugieren que estas formas podrían ser consecuencia de factores externos, como el proceso de preparación de las muestras, que implicó congelarlas antes de ser estudiadas.

Históricamente, se ha observado que los axones pueden formar “bolitas” en estados de estrés o deterioro. Sin embargo, Griswold utilizó una técnica innovadora de “congelación a alta presión” que, según ella, preserva más efectivamente las estructuras neurales. Observaciones con un microscopio electrónico mostraron que estos bultos de aproximadamente 200 nanómetros estaban uniformemente distribuidos a lo largo de los axones y no presentan el contenido que típicamente se asociaría con un ‘atasco’.

A pesar de la metodología diferente, algunos científicos, como Pietro De Camilli de la Facultad de Medicina de Yale, mantienen ciertas reservas: “Si bien la congelación rápida tiene sus ventajas, aún hay interrogantes sobre posibles manipulaciones de las muestras que podrían resultar en la formación de estas estructuras.

Este debate pone de manifiesto que aún queda mucho por entender sobre el complejo mundo de la neurociencia. Los hallazgos de Johns Hopkins no solo son fascinantes, sino que también invitan a una reflexión profunda sobre cómo percibimos la estructura y función de nuestro cerebro. ¿Podrían estas nuevas perspectivas revolucionar el campo de la neurociencia y alterar la forma en que entendemos el funcionamiento cerebral? Solo el tiempo y la investigación adicional lo dirán.