Revolución en la Salud: El Minsal Reconoce 25 Terapias Complementarias Sin Regulación
2025-01-10
Autor: Mateo
En un movimiento sin precedentes, el Ministerio de Salud (Minsal) de Chile ha revelado su nueva Política de Medicina Complementaria y Prácticas de Bienestar, que pone en el foco a 25 terapias complementarias que, aunque reconocidas, aún no están reguladas. A pesar de que estas prácticas se han ofrecido por años en la red de salud pública, solo tres han recibido la normativa adecuada: acupuntura, homeopatía y naturopatía. Esta situación ha generado una creciente preocupación, ya que el 77,89% de las atenciones con terapias complementarias son con modalidades no reguladas.
La controversia cobró fuerza tras la inauguración de un policlínico en Iquique en enero de 2024, que promocionaba entre sus servicios la polémica sanación cuántica, un método que ha sido catalogado como pseudociencia por muchos especialistas. La diputada Matías Ramírez solicitó al Minsal evidencia científica para respaldar tal opción terapéutica, pero hasta la fecha estas solicitudes no han sido respondidas formalmente.
El contexto de esta situación es desgarrador: en 2023, se registraron más de 176,000 atenciones por terapias complementarias en la salud pública del país, lo que pone de manifiesto la alta demanda y la urgencia de una regulación clara para proteger tanto a los pacientes como a los profesionales de la salud.
Las estadísticas revelan que de las 25 terapias, 12 son de atención individual y 13 grupales, incluyendo opciones populares como Reiki, aromaterapia, tai chi y musicoterapia. Sin embargo, no se cuenta con un presupuesto asignado por los servicios de salud para estas prácticas, lo que limita su acceso y formalización. Un hecho inquietante es que, a pesar de la presencia de estas terapias, el Minsal ha admitido la falta de información del sector privado, lo que complica aún más la situación.
El auge de terapias como la sanación cuántica ha sido un tema de debate entre funcionarios de salud. María Paz Iturriaga, directora del Servicio de Salud Tarapacá, defendió su uso con el argumento de que contribuyen al bienestar espiritual de los pacientes. Sin embargo, las críticas no cesan, y la comunidad médica pide a gritos una regulación que asegure que dichas prácticas sean seguras y efectivas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha subrayado la creciente aceptación de la medicina tradicional y complementaria, pero el desafío persiste en regular adecuadamente los tratamientos que se ofrecen a la población. La falta de un marco regulador adecuado no solo induce a riesgos para los pacientes, sino que también limita la profesionalización de quienes ejercen estas prácticas.
En resumen, el Minsal se enfrenta a una gran tarea: reconocer oficialmente y regular las terapias complementarias que han sido parte del sistema de salud por décadas, garantizar la seguridad de los pacientes y proporcionar un acceso equitativo a tratamientos alternativos. Este es solo el comienzo de una larga y necesaria transformación en la atención de la salud en Chile.