A pesar de que el gobierno ha señalado las listas de espera en el sistema de salud pública como una prioridad, esta situación ha persistido como un desafío crítico sin solución efectiva. Desde hace tiempo, las listas sólo han crecido, desafiando los esfuerzos por hacerles frente. Además, la gestión actual ha sido objeto de críticas constantes debido a irregularidades documentadas por la Contraloría General de la República, las cuales incluyen la repetición de nombres, el registro de pacientes fallecidos y el saltarse el orden establecido en las listas.

Recentes datos de la Subsecretaría de Redes Asistenciales revelaron que a finales de septiembre de este año, se contabilizaban 2.626.369 atenciones especializadas y 334.969 cirugías pendientes, con tiempos de espera medianos de 256 y 301 días respectivamente. Alarmantemente, de los 2.325.354 pacientes que egresaron de las listas de espera en 2024, 36.262 hicieron su salida debido a fallecimientos.

En respuesta a esta situación alarmante, las autoridades han decidido adoptar medidas innovadoras. El 5 de noviembre, el Minsal lanzó una licitación donde explica que para acceder a especialidades, los pacientes son derivados desde la atención primaria a centros de mayor complejidad, lo que ha originado una preocupación sobre los tiempos de espera. Para enfrentar este problema, se considera vital la contratación de consultorías para desarrollar un modelo de priorización de listas de espera utilizando Inteligencia Artificial (IA).

El presupuesto destinado para este proyecto es de hasta 35 millones de pesos, con la mira en seleccionar una consultoría especializada que permita implementar un modelo que organice las listas de espera de manera más eficiente, a través de la IA. Esto incluirá la evaluación de la calidad de los datos disponibles, así como el desarrollo de una solución definitiva basada en análisis previos.

Al respecto, el Minsal ha aclarado que este modelo de IA no será integrado de inmediato en la gestión de listas de espera, sino que se trata de un paso preliminar. La idea es construir un modelo teórico que, dependiendo de su evaluación futura, podría eventualmente ser implementado.

Entre las ventajas de incorporar inteligencia artificial, se mencionó la capacidad de priorizar atenciones basadas en múltiples criterios. Actualmente, el tiempo de espera es uno de los factores considerados, pero la AI permitirá integrar otros elementos como la vulnerabilidad social, la gravedad del caso y el dolor, optimizando así el proceso de atención.

No es un problema nuevo; desde el pasado mes de agosto, la Contraloría ha expuesto irregularidades, como la eliminación de 9 pacientes de la lista de espera en el Hospital Regional Dr. Leonardo Guzmán de Antofagasta sin registros que justificaran dicha atención. Además, se encontraron 12.537 registros que no estaban en el Sistema de Gestión de Tiempos de Espera (SIGTE).

Meses después, el organismo contralor encontró más irregularidades en otros hospitales, involucrando registros erróneos que señalaban a pacientes fallecidos como atendidos. La situación es preocupante, no solo por los problemas de gestión y registro, sino también por las repercusiones en la atención sanitaria que podrían afectar a miles de chilenos.

En relación a la nueva licitación, desde el Minsal enfatizan que este esfuerzo no solucionará por sí solo todos los problemas de registro existentes, ya que esto es parte de una línea de desarrollo más amplia que incluye mejorar los sistemas de información y gestión de listas de espera.

Curiosamente, esta no es la primera vez que el Minsal busca soluciones en el mercado público. A principios de este año, se lanzó una licitación por 219 mil millones de pesos para servicios de salud, y el Hospital de Cauquenes también pujó por 333 millones de pesos para atender a pacientes en espera de cirugías de cataratas, todo con el objetivo de garantizar atención de calidad y oportuna para el sistema público de salud.

La incorporación de la inteligencia artificial promete ser un cambio de juego, aunque muchos se preguntan si esto será suficiente para resolver un problema tan arraigado como las listas de espera en la salud pública chilena.