Hospiten ha dado un paso gigante en el diagnóstico prenatal gracias a su Unidad de Medicina Fetal. Los increíbles desarrollos tecnológicos han transformado por completo la forma en la que se identifican y tratan los problemas fetales, mejorando de manera notable tanto la precisión de los diagnósticos como la efectividad de los tratamientos.

El Dr. Walter Plasencia, quien lidera la Unidad de Medicina Fetal en los hospitales Universitarios Hospiten Rambla y Hospiten Sur, destaca que gracias a la nueva tecnología, las imágenes obtenidas permiten una visualización meticulosa de la anatomía fetal. "Esto facilita la identificación temprana de malformaciones y anomalías que antes pudieron pasar desapercibidas", enfatiza. Hoy en día, se pueden detectar numerosas anomalías congénitas entre las semanas 11 y 13 de gestación, algo que hace unos años habría sido impensable.

Además, otro de los avances esenciales ha sido la mejora de los estudios Doppler, que analizan detalladamente el flujo sanguíneo hacia el feto y la placenta. "Estos análisis proporcionan información vital sobre la salud y el bienestar del bebé en desarrollo", señala el Dr. Plasencia.

El diagnóstico prenatal no invasivo ha tenido un auge impresionante, sobre todo con las pruebas de ADN libre circulante. Esto permite realizar cribados de problemas cromosómicos, como el síndrome de Down (trisomía 21) y otras trisomías, con una tasa de detección más alta que cualquier cribado anterior. Esta metodología explora el material genético fetal que se encuentra en la sangre materna, disminuyendo así la necesidad de procedimientos invasivos que podrían poner en riesgo al bebé.

El Dr. Plasencia también menciona que los tratamientos han mejorado gracias a las ecografías obstétricas más avanzadas, que brindan información más precisa sobre el feto y la placenta. "En consecuencia, ahora podemos implementar tratamientos más efectivos que se enfocan en los aspectos más críticos de cada caso", explica.

Los nuevos equipos de imagenología permiten obtener visualizaciones mucho más nítidas, ayudando a diagnosticar condiciones como la insuficiencia placentaria, retraso en el crecimiento y malformaciones cardíacas, al medir con precisión el flujo sanguíneo de la placenta, el cordón umbilical y los vasos fetales.

Uno de los logros destacables es que las nuevas tecnologías de ecografía han permitido detectar anomalías estructurales y genéticas con mayor precisión y en etapas más tempranas del embarazo, algo que puede ser crucial para la intervención oportuna.

En la Unidad de Medicina Fetal de Hospiten, se lleva a cabo un cribado exhaustivo de diferentes complicaciones desde el primer trimestre de gestación. Este enfoque permite mejorar los resultados perinatales y reducir el porcentaje de gestaciones complicadas, brindando a los futuros padres una tranquilidad y confianza invaluables durante la gestación. Además, el pronóstico de muchos problemas que podrían surgir se ve considerablemente mejorado, lo que se traduce en beneficios tanto a corto como a largo plazo para la salud del bebé y la madre. ¡Un avance monumental que cambia vidas!