El Presidente Gabriel Boric ha dado un paso monumental al promulgar este viernes la Ley de Transición Energética, una legislación clave que tiene como objetivo posicionar la transmisión eléctrica como un cimiento esencial para la descarbonización del país. Esta ley facilitará la inversión en infraestructura, acelerando así la integración de energías renovables en el sistema energético chileno.

"Esta ley puede transformar de manera radical la vida de nuestras comunidades. Es de suma importancia, no solo para Chile, sino para el mundo entero, ya que estamos avanzando hacia una economía global más verde que dejará atrás los combustibles fósiles. Representa una vía concreta para el crecimiento sostenido de Chile", afirmó Boric desde la Región de Ñuble.

El mandatario destacó además que "Chile tiene un potencial impresionante en el avance de energías renovables. Con acciones concretas como esta ley, estamos contribuyendo directamente a la lucha contra la crisis climática que enfrentamos".

Entre las múltiples modificaciones que trae esta nueva normativa, se encuentra la reforma a la actual Ley de Servicios Energéticos, lo que también busca acelerar medidas alineadas con el "desarrollo eficiente de las obras de transmisión eléctrica". Esto responde a una necesidad urgente en la consolidación de energías renovables en Chile, especialmente dado el desajuste existente entre la capacidad de transmisión y la creciente producción de energía limpia, particularmente solar.

El Gobierno ha informado que, entre otros beneficios, la ley "ayudará a las regiones del país en varias dimensiones: permitirá subsanar las demoras en las obras de transmisión que han impactado negativamente en la actividad productiva de regiones como Ñuble y Maule".

En cuanto al impacto económico de esta ley, Boric agregó: "Me he acostumbrado a los pronósticos pesimistas de los economistas, quienes generalmente decían que este año creceríamos solo un 1,5 por ciento. Sin embargo, parece que vamos a estar, al menos, 0,8 puntos por arriba de eso".

Chile se encuentra en una posición geográfica privilegiada, con condiciones climáticas idóneas y una competitiva producción de energía solar y eólica, lo que lo posiciona como líder en la producción de energía limpia en América Latina. Esta ley no sólo es un avance hacia un futuro sostenible, sino que también promete generar nuevas oportunidades económicas, empleo en el sector renovable y un legado positivo para las futuras generaciones. ¡El futuro energético de Chile se ve más brillante que nunca!