El cáncer nasofaríngeo, a pesar de ser una neoplasia maligna poco común a nivel mundial, presenta en sus etapas avanzadas desafíos significativos en cuanto a la supervivencia de los pacientes. Aunque los tratamientos han avanzado, las tasas de éxito siguen siendo insatisfactorias para aquellos que llegan a la enfermedad en fases más críticas. Este hecho hace que sea crucial mejorar las estrategias terapéuticas, especialmente porque muchos de los casos diagnosticados son en fases avanzadas.

Investigadores de diversas instituciones en Taiwán han realizado un estudio innovador con el objetivo de evaluar el impacto del uso de estatinas en la supervivencia de pacientes con cáncer nasofaríngeo avanzado que recibieron quimiorradioterapia concurrente (CCRT) estándar. El análisis incluyó a 1.251 pacientes, todos mayores de 18 años, con un diagnóstico confirmado de cáncer en estadio clínico III-IV, pero sin metástasis.

La quimiorradioterapia estándar involucró el uso de medicamentos basados en platino, tales como cisplatino o carboplatino, en combinación con radioterapia de intensidad modulada. Los participantes del estudio fueron divididos en dos grupos: aquellos que utilizaron estatinas, sumando 202 pacientes, y los que no, totalizando 1.049.

Los resultados fueron sorprendentes: el uso de estatinas durante el tratamiento demostró un efecto notable en la supervivencia. Se observó que el riesgo de muerte por cualquier causa se redujo en un 52% entre aquellos que utilizaron estatinas, mientras que el riesgo de mortalidad específica por cáncer nasofaríngeo disminuyó un impresionante 57%. Las estatinas más efectivas identificadas en este estudio fueron la rosuvastatina, atorvastatina y lovastatina. Además, los investigadores encontraron una correlación directa entre la dosis de estatinas administradas y la reducción en la mortalidad, lo que implica que dosis más altas podrían ofrecer aún mejores resultados.

Estos hallazgos proporcionan nuevas esperanzas para el tratamiento del cáncer nasofaríngeo avanzado. La administración de estatinas durante la quimiorradioterapia no solo se asocia con una mejora significativa en la supervivencia general y específica, sino que también sugiere que aumentando las dosis de estos medicamentos, se podría contribuir a reducir aún más la mortalidad específica del cáncer.

Es importante subrayar que, aunque estos resultados son alentadores, se requiere una mayor investigación para establecer una relación causal definitiva. La comunidad médica y los pacientes deben estar abiertos a nuevas estrategias de tratamiento que podrían cambiar el panorama de la lucha contra esta enfermedad.