Recientemente, un turista estadounidense fue arrestado tras intentar establecer contacto con la aislada tribu de los Sentineleses, una práctica que ha aumentando en popularidad y que ha despertado la preocupación de las autoridades debido al creciente número de influencers dispuestos a arriesgar sus vidas y la de los aborígenes.

Este no es un caso aislado: en noviembre de 2018, John Allen Chau, un misionero estadounidense de 27 años, fue asesinado al tratar de evangelizar a los Sentineleses, y fue atacado con arcos y flechas al desembarcar en la isla. Trágicamente, su muerte expuso la fragilidad de esta tribu que ha vivido en total aislamiento durante miles de años.

En un incidente más reciente, Mykhailo Viktorovych Polyakov, un estadounidense de 24 años, intentó llegar a la isla por tercera vez, soplando un silbato en un intento de atraer la atención de los Sentineleses. Después de no conseguir su objetivo, decidió dejar ofrendas de coco y bebidas en latas, mientras grababa todo en video. Las autoridades, alarmadas, lo detuvieron, recordándole que desde 1956 existe una ley que prohíbe cualquier contacto con esta tribu para proteger su integridad.

Los Sentineleses son conocidos por su estilo de vida inhóspito y reticente al contacto con el exterior. Se estima que son unas de las pocas tribus cazadoras-recolectoras que quedan en el mundo. Se cree que sus ancestros migraron de África hace unos 60,000 años, y a pesar de los avances tecnológicos, han mantenido su cultura y tradiciones intactas.

La organización Survival International, que defiende los derechos de los pueblos indígenas, ha advertido que cualquier intento de contacto con la tribu es no solo imprudente, sino también potencialmente letal. “Acercarse a ellos podría poner en riesgo su vida, especialmente porque no tienen defensas inmunológicas contra enfermedades comunes del exterior”, destacó Johnathan Mazower, portavoz de la organización.

El peligro se ve amplificado por la creciente ola de influencers que, en su busca por nuevas experiencias en redes sociales, han comenzado a ver a los Sentineleses como una especie de atracción turística. “El número de influencers que intentan realizar este tipo de actividades está aumentando, llevando una fascinación peligrosa hacia esta tribu”, afirmó Mazower.

Esta fascinación no solo pone en riesgo a los visitantes, sino potencialmente a la vida de los Sentineleses. Janhavee Moole, periodista de BBC Marathi, enfatizó que acercarse a la tribu puede ser mortal, ya que estos han demostrado hostilidad hacia forasteros en el pasado, defendiendo su territorio y estilo de vida.

La situación está generando un debate sobre el respeto y la preservación de culturas indígenas, así como sobre la responsabilidad que tienen las plataformas de redes sociales para frenar esta peligrosa moda de 'turismo extremo'. ¿Hasta dónde estarán dispuestos a llegar los influencers en su búsqueda de seguidores? La vida de una tribu única en el mundo está en juego.