¡Buenas noticias para los consumidores! En septiembre, la tasa de inflación anual en la eurozona cayó en cuatro décimas con respecto a agosto, alcanzando un 1,8%. Este es el nivel más bajo desde abril del 2021, según Eurostat, la oficina de estadísticas de la Unión Europea.

La moderación de los precios es notable, especialmente en el sector de servicios, que aún presenta la inflación más alta entre los componentes de la cesta de la compra, con una tasa del 4,0%, ligeramente por debajo del 4,1% de agosto. Los precios de alimentos, alcohol y tabaco también mostraron una ligera desaceleración, con una inflación del 2,4% en comparación con el 2,3% del mes anterior.

Pero eso no es todo, la caída en los precios de energía fue aún más significativa, alcanzando un 6,0% en septiembre desde el 3,0% del mes anterior. Mientras tanto, la inflación de los bienes industriales no energéticos se mantuvo estable en un modesto 0,4%.

Curiosamente, la tasa de inflación subyacente -que excluye los precios volátiles de energía, alimentos, alcohol y tabaco- también disminuyó, bajando una décima hasta situarse en 2,7%.

Sin embargo, no todo son buenas noticias. Bélgica destacó con un aumento de la inflación del 4,3% al 4,5%, la más elevada de la eurozona, acompañada por incrementos en Portugal (de 1,8% a 2,6%) y Letonia (de 0,9% a 1,6%). Por otro lado, países como España y Francia vieron reducciones significativas en sus tasas de inflación, situándose en 1,7% y 1,5% respectivamente.

¡Historia que podría cambiar! A nivel general, este es el primer descenso por debajo del 2% desde junio de 2021, lo que podría fortalecer la postura del Banco Central Europeo (BCE) respecto a un potencial recorte en los tipos de interés durante su reunión de octubre. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha expresado optimismo respecto a que la inflación volverá a situarse en el objetivo del 2% a corto plazo.

A pesar de las advertencias de Lagarde sobre posibles aumentos temporales en el cuarto trimestre, se espera que la tendencia a la baja continúe, generando un alivio para los consumidores y negocios en toda la eurozona. La clave estará en observar cómo evoluciona la inflación subyacente, que sigue siendo un indicador crucial para las decisiones del BCE.

La pregunta que todos se hacen: ¿Podría esto significar un respiro económico para la eurozona? Mantente atento a las próximas novedades ya que las decisiones del BCE podrían traer cambios significativos en la política monetaria!