Un Hallazgo Impactante

Nuevos detalles desgarradores han salido a la luz sobre Santiago Ramírez, el hijo de la actriz Lorene Prieto, quien fue descubierto en una vivienda en Ñuñoa con sus dos manos amputadas.

¿Por Qué Tardó Tanto en Recibir Ayuda?

Según reportes de The Clinic, Santiago habría estado 16 horas sin recibir atención médica crítica después de haberse causado heridas graves. Afortunadamente, a su llegada al Hospital del Salvador en Providencia, el equipo médico indicó que el paciente estaba consciente y respondía.

Una Llamada de Alerta

El drama comenzó la noche del 23 de abril cuando Lorene Prieto perdió todo contacto con su hijo. Temiendo lo peor, acudió a la 33° Comisaría de Carabineros para presentar una denuncia por presunta desgracia. Durante la búsqueda, recordó que Santiago estaba trabajando en la remodelación de una casa familiar en venta, situándose entre las calles Los Jazmines y República Israel.

La Escena del Horror

Al llegar a la casa, tanto la actriz como los Carabineros encontraron una escena aterradora: en el primer piso, había evidencias junto a una sierra eléctrica, mientras que en el segundo piso, Santiago se encontraba gravemente herido, en un estado moribundo.

Investigación en Curso

Desde ese día, la Fiscalía de Flagrancia Oriente investiga el caso, con peritajes realizados por Labocar y OS9 de Carabineros. Actualmente, se ha descartado la intervención de terceros.

El Testimonio de Santiago

Al llegar al hospital, Santiago confirmó a los médicos que él mismo se había causado las lesiones, mencionando que los eventos ocurrieron aproximadamente 16 horas antes de su ingreso.

Transferido a un Nuevo Hospital

Luego de ser estabilizado, la familia gestionó su traslado al Hospital del Trabajador Achs Salud, donde continúa recibiendo atención médica.

Reflexiones y Preocupaciones

Este caso deja una profunda preocupación sobre el estado de salud mental de Santiago, quien es diagnosticado con esquizofrenia paranoide, una condición que requiere atención constante y tratamiento adecuado. La historia de esta familia es un complejo recordatorio de los desafíos que enfrentan quienes lidian con la salud mental.