Un ominoso accidente de tránsito sacudió la serena noche del miércoles en el frecuentado Puente Llacolén, que conecta a las comunas de San Pedro de la Paz y Concepción. La colisión frontal entre un bus de la empresa Eme Bus y un vehículo SUV terminó de manera devastadora, cobrando la vida de dos adultos y sus dos pequeños hijos.

Eran poco después de las 21:00 horas cuando el autobús, que transportaba a 25 pasajeros, y un Hyundai Tucson que llevaba a una familia de cuatro, se encontraron en un trágico destino. Según las normativas, la velocidad máxima permitida en el puente es de 60 km/h, pero las primeras investigaciones de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) de Carabineros están tratando de dilucidar qué ocurrió realmente.

Diferentes hipótesis están siendo consideradas. La primera sugiere un adelantamiento indebido, mientras que la segunda implica que ambos vehículos podrían haber excedido la velocidad. Intrigantemente, también se investiga la posibilidad de que el choque haya sido intencional. Sin embargo, el delegado presidencial Eduardo Pacheco instó a esperar los resultados de las pericias oficiales antes de hacer conjeturas.

La escena del accidente fue desoladora: el coche quedó prácticamente hecho añicos, esparciendo partes por doquier, y los pasajeros del bus atónitos ante la devastación. Lamentablemente, los cuatro ocupantes del SUV - dos adultos y dos niños de 5 y 12 años - no sobrevivieron. La familia, compuesta por Cristian Bouniot Baeza (37) y Patricia Alarcón Matamala (38), dejó un vacío irreparable en su comunidad de San Pedro de la Paz.

En contraste, el conducir del bus logró salir con vida, aunque no sin sufrimiento. Rescatado por equipos de emergencia tras quedar atrapado en la cabina, sufrió fracturas severas y daños internos, pero ahora se encuentra fuera de peligro vital. Según el director del Hospital Regional de Concepción, Claudio Baeza, el conductor será sometido a cirugía.

El Puente Llacolén, inaugurado en 1999, había contado con barreras de seguridad que fueron retiradas después del terremoto de 2010. Desde entonces, no se han implementado nuevas medidas de seguridad a pesar de la evidente necesidad. Tras el fatal accidente, el delegado Pacheco ha solicitado a las autoridades competentes explorar la instalación de nuevas barreras para evitar que tragedias como esta se repitan.

Mientras tanto, hasta el día de hoy, los cuerpos de la joven familia aún no han sido entregados a sus seres queridos, y la comunidad está en duelo. Las escuelas de los niños han expresado sus condolencias y el Municipio de San Pedro de la Paz ha manifestado su apoyo a las familias afectadas por esta perdida desgarradora. ¿Qué medidas se tomarán para mejorar la seguridad en este puente y proteger a las familias que transitan por él? La respuesta parece estar en manos de las autoridades que, tras este incidente mortal, deben actuar con urgencia.