El expresidente Donald Trump ha hecho una sorprendente declaración este martes, anunciando que instruirá al Departamento de Justicia (DOJ) a "buscar enérgicamente" la pena de muerte en casos de delitos violentos. Esta promesa de Trump llega justo un día después de que el actual presidente, Joe Biden, conmutara las sentencias de casi todos los prisioneros federales condenados a muerte, dejando solamente a tres en el corredor de la muerte.

En un mensaje publicado en su cuenta de Truth Social, Trump argumentó que su decisión es crucial para "proteger a las familias y a los niños estadounidenses de violadores violentos, asesinos y monstruos". La postura de Trump marca un giro radical en la política del uso de la pena de muerte a nivel federal, en un momento en que el debate sobre la eficacia y la moralidad de esta práctica está más vivo que nunca.

Biden, por su parte, defendió su acción diciendo que Estados Unidos "debe poner fin al uso de la pena de muerte a nivel federal, excepto en casos de terrorismo y asesinatos en masa motivados por el odio". Durante su mandato, que comenzó en enero de 2021, Biden ya había impuesto una moratoria a las ejecuciones federales, una medida que ha sido criticada por sectores conservadores.

Los indultos de Biden afectan directamente a 37 de los 40 condenados a muerte a nivel federal, pero mantienen a Dzhokhar Tsarnaev, uno de los autores del atentado de la maratón de Boston en 2013, cuya sentencia sigue vigente tras la conmutación. Este ataque dejó un saldo trágico de tres muertos y más de 260 heridos, lo que para muchos justifica la severidad de su condena.

A medida que se desarrollan estos acontecimientos, la tensión entre ambos partidos se agudiza, y muchos se preguntan cómo afectará esto a las próximas elecciones y a la política criminal en el país. ¿Estamos ante un nuevo enfrentamiento entre los defensores de la pena de muerte y los que abogan por su abolición? La respuesta podría cambiar el rumbo de la justicia en Estados Unidos. ¡Estén atentos para más actualizaciones!