Introducción

El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha brindado su respaldo a la reciente declaración del presidente francés, Emmanuel Macron, quien pidió que se detenga el suministro de armas a Israel. En un contexto de creciente violencia en Oriente Medio, Borrell enfatizó la necesidad urgente de buscar una "solución política" al conflicto armado en Gaza, que ha dejado un trágico saldo de víctimas.

Declaraciones de Borrell en el Parlamento Europeo

Durante un debate en el Parlamento Europeo, donde se conmemoró el primer aniversario del ataque del Hamas a Israel, Borrell expresó su frustración ante el continuo aumento del número de muertos y subrayó la importancia de las medidas que buscan la paz. "La tragedia es que todos decimos que hay demasiados muertos, pero siguen aumentando. Por eso las palabras de Macron son vitales", afirmó Borrell.

Liderazgo europeo en la paz

Macron destacó que la paz no se puede lograr simplemente a través del armamento y sugirió que Europa debe asumir un liderazgo en la promoción del diálogo entre las partes en conflicto. Recordemos que esta llamada se alinea con la petición que Borrell ya había planteado en febrero, con especial insistencia dirigida hacia Estados Unidos.

Esperanza y diálogo

"Hay que dar una esperanza a la paz", expresó Borrell, reconociendo que su mensaje podría parecer optimista, incluso irrealizable, en la actual coyuntura. Sin embargo, enfatizó que la verdadera responsabilidad de Europa radica en fomentar un clima de diálogo y reconocimiento mutuo entre israelíes y palestinos, esencial para lograr una convivencia pacífica.

Reconocimiento mutuo

Borrell enfatizó la necesidad de pasar "del mutuo rechazo al reconocimiento mutuo" para alcanzar un equilibrio entre el Estado de Israel y un Estado palestino. "La situación no puede seguir así. Si no encontramos una solución, continuaremos viendo funerales y tragedias en esta maldita Tierra Santa", advirtió el alto representante.

Llamado a la liberación de rehenes

Un año después del devastador ataque que dejó el saldo de 1,200 muertos y aproximadamente 200 rehenes secuestrados, Borrell hizo un llamado a la liberación inmediata e incondicional de aquellos que aún están en captivity. A su juicio, el pueblo israelí no puede avanzar hacia un futuro seguro sin garantías de que una tragedia como la del 7 de octubre no volverá a ocurrir.

Condena al antisemitismo

En su intervención, Borrell también condenó la creciente ola de antisemitismo que ha surgido tras la guerra en Gaza, recordando que es crucial distinguir entre la crítica al Gobierno israelí y el temor a ser tildado de antisemita. "Ningún judío debería sufrir las consecuencias de las acciones de su gobierno", remarcó, añadiendo que la empatía debe prevalecer en este contexto.

El problema palestino y la necesidad de paz

El alto representante también subrayó que el llamado "problema palestino" no puede ser ignorado ni encapsulado. Hizo hincapié en que es indispensable trabajar hacia una paz duradera en una región marcada por el dolor, donde israelíes y palestinos han luchado por la misma tierra durante un siglo.

Urgencia del alto el fuego

Borrell concluyó su intervención instando a que el alto el fuego solicitado por la UE se implemente urgentemente, advirtiendo que la situación sólo ha empeorado: "Oriente Medio está al borde de la conflagración total". Este llamado a la paz se hace aún más pertinente en momentos en que los líderes europeos, incluido el presidente de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, se preparan para conmemorar el primer aniversario del ataque en la Gran Sinagoga de Bruselas.