En la recta final hacia las elecciones, Kamala Harris y Donald Trump están intensificando sus esfuerzos para atraer a votantes clave que podrían decidir el rumbo del próximo mandato. La vicepresidenta Harris está dirigiendo su mirada hacia los hombres afroamericanos, mientras que el ex presidente Trump se centra en el electorado femenino.

Este martes, Harris participará en una asamblea pública en Detroit, organizada por el famoso programa de radio matutino "The Breakfast Club", que goza de gran popularidad entre los hombres negros. En contraste, Trump grabará un debate en Fox News Channel con un público exclusivamente femenino, moderado por la reconocida presentadora Harris Faulkner. Esta estrategia refleja un intento claro de ambos bandos por reconquistar a aquellos votantes que se detienen a la hora de votar.

Además, Harris planea visitar una empresa local de propietarios negros en Detroit y, un día antes, estuvo en Erie, Pensilvania, en LegendErie, una cafetería y tienda de discos. En dicha visita, se reunió con los dueños y líderes comunitarios, buscando crear conexiones directas con la comunidad.

Mientras tanto, Tim Walz, el gobernador de Minnesota y compañero de fórmula de Harris, está presentando un plan para mejorar la vida de los habitantes de las zonas rurales, lo que refleja el esfuerzo de cada campaña por ampliar su base de apoyo. Con la carrera tan reñida, ambos candidatos intentan superar los márgenes de apoyo del otro.

La participación de Harris en "The Breakfast Club" sigue la reciente presentación de su "Agenda de Oportunidades para Hombres Negros". Este plan incluye iniciativas que ofrecen ventajas económicas, como préstamos empresariales condonables de hasta 20,000 dólares y programas de capacitación para emprendedores. Asimismo, el plan tiene como objetivo apoyar la investigación sobre la anemia falciforme y otras enfermedades que afectan de manera desproporcionada a los hombres negros.

El interés de Harris en atraer a los hombres afroamericanos se vio reforzado la semana pasada cuando el expresidente Barack Obama hizo campaña por ella en Pittsburgh, mencionando la necesidad de confrontar "algunas verdades" sobre la posible resistencia de algunos votantes a la idea de una mujer en la presidencia.

El equipo de campaña de Harris expresa confianza en que los hombres negros no se desplazarán masivamente hacia Trump, especialmente después de la sólida inclinación que mostraron hacia Joe Biden en 2020. Sin embargo, se muestran preocupados por el elevado porcentaje de hombres negros que podrían optar por no votar en esta ocasión.

Por otro lado, Trump parece tener un desempeño sólido entre los votantes rurales, y el equipo de Harris busca mantener la competitividad en esa área. Aunque Harris disfruta de un fuerte respaldo entre las mujeres, Trump está decidido a frenar su apoyo, lo que podría ser crucial en el resultado electoral.

Harris también ha lanzado iniciativas para atraer a otros grupos de hombres, incluyendo "Hombres con Harris", un nuevo grupo que utiliza a celebridades y funcionarios electos para organizar eventos que busquen atraer a hombres hispanos.

Sin embargo, el camino no es fácil. Durante su campaña en Detroit, Harris enfrentará nuevos desafíos, incluyendo la creciente frustración de los activistas árabes por el apoyo incondicional del gobierno de Biden a Israel en su conflicto con Hamás en Gaza. Las tensiones en esta área prometen ser un factor significativo en la política local, complicando aún más la lucha electoral.

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