En una mañana inolvidable en Arles, Aarón Palacio se ha robado el espectáculo al cortar una oreja, dejando a todos boquiabiertos con su audacia y estilo. La presentación del aragonés fue un despliegue de su magistral tauromaquia, mostrando compromiso, variedad y una elegancia que deleitó a los aficionados.

Aunque la novillada de Fernay no logró brillar, con más genio que clase, el talento de Palacio destacó. El francés Juan Molas también dejó huella al cortar una oreja del primer astado, y ‘El Mene’ lamentó perder un trofeo en su faena ante el sexto.

El segundo novillo, a pesar de sus buenas hechuras y nobleza, mostró señales de querer huir. Pero, con una seguridad impresionante, Aarón Palacio lo atrapó, dándole una faena reposada y templada que fue un deleite para el público. Su apertura con ‘Faroles Invertidos’ fue una clara muestra de su carácter torero.

Palacio claramente interpretó la embestida del quinto, un novillo que prometía. Con una mano elegante y un temple sorprendente, corrió la muleta con gracia. Aunque los pinchazos le jugaron una mala pasada y no logró el trofeo, el público pidió a gritos su oreja, pero el Presidente no estuvo de acuerdo. A pesar de ello, el novillo recibió una ovación al finalizar.

Por su parte, Juan Molas también se destacó con su primer novillo, un reto que exigió valentía y corazón. Su actuación fue arriesgada, sufriendo un revolcón, pero logró asegurar su oreja con una estocada precisa. El cuarto novillo no ofreció tanto espectáculo, pero Molas demostró firmeza en su faena, aunque el silencio que siguió fue un reflejo de la falta de lucidez de la actuación.

Sin duda, Aarón Palacio ha dejado su marca en Arles, y su futuro en la tauromaquia se ve más brillante que nunca.