Jensen Huang, el cofundador y CEO de NVIDIA, sigue haciendo titulares con sus predicciones audaces. A finales de marzo, Huang propuso que la inteligencia artificial general (AGI) estará lista en tan solo cinco años, para 2029. Con una sólida formación científica, sus declaraciones son siempre esperadas y consideradas, lo que hace que su pronóstico sea motivo de atención mundial.

La AGI se define como un tipo de sistema que puede realizar cualquier tarea intelectual que un ser humano es capaz de hacer. Esto incluye no solo el análisis y el razonamiento, sino también la habilidad de comunicarse en lenguaje natural, planificar y aprender de situaciones inciertas.

Sin embargo, a pesar del optimismo, la realidad es que las alucinaciones de las IA siguen siendo un gran obstáculo. Este fenómeno ocurre cuando los modelos de IA generan información inexacta o falsa para llenar vacíos en sus conocimientos. Por lo tanto, es crucial que los usuarios mantengan un escepticismo saludable y no asuman que todo lo que dice una IA es verídico, independientemente de cuán convincente sea.

Huang asegura que las alucinaciones comenzarán a desaparecer, aunque no de inmediato. Para erradicarlas, el hardware que soporta estos modelos de IA tendrá que evolucionar para poder manejar la complejidad del procesamiento requerido. Si bien no ha establecido un plazo definitivo para la erradicación de este problema, su mensaje es claro: por el momento, debemos seguir confrontándolas.

La demanda de potencia computacional para la IA está creciendo a un ritmo asombroso, cuadruplicándose anualmente. Si los fabricantes de chips logran mantenerse al día con esta evolución acelerada, podríamos ver mejoras significativas en el futuro cercano. Según Huang, "Las respuestas que obtenemos hoy son las mejores posibles, pero necesitamos llegar a un punto en el que sean completamente fiables. Estamos a algunos años de lograrlo, y mientras tanto, debemos incrementar nuestra capacidad computacional".

Mientras tanto, este desafío sigue planteando preguntas sobre el futuro inmediato y la evolución de la inteligencia artificial. La comunidad tecnológica y los usuarios tendrán que ser pacientes mientras se trabaja en soluciones para hacer de la IA algo en lo que realmente podamos confiar.