¡Alarma en Almaraz! La primera parada en 40 años por razones económicas y meteorológicas
2025-04-16
Autor: David
Almaraz se detiene: un evento histórico
La central nuclear de Almaraz, la más potente de España, ha hecho historia al apagar sus dos reactores por primera vez en más de cuatro décadas. Este apagón programado, según han informado las empresas propietarias, responde a la crisis en el mercado eléctrico y a factores económicos y ambientales.
¿Por qué ocurrió esta parada inusual?
La decisión de detener la operación se tomó debido a "ineficiencias en el sistema eléctrico causadas por el exceso de generación renovable", impulsada por las recientes borrascas. Esto ha provocado que la energía nuclear quede fuera de competencia en un escenario de bajos precios. Con una generación renovable elevada, sobre todo a partir de la energía eólica e hidroeléctrica, y caída de la demanda en Semana Santa, la planta se vio obligada a tomar esta medida.
Costos y fiscalidad: la pesada carga de la central
Almaraz ha resaltado que, aunque sus reactores están en condición óptima, la actual carga impositiva es asfixiante. El precio medio de la electricidad este martes se cifró en 12,14 euros por MWh, mientras que los impuestos por producir un megavatio/hora en plantas nucleares superan los 28 euros de media anual. Esta discrepancia ha llevado a cuestionar la viabilidad económica de la planta.
Un futuro incierto en juego
Con la preocupación sobre el futuro de Almaraz, las propietarias han anunciado que enfrentan retos significativos debido a impuestos que constituyen más del 75% de sus costes variables. Además, la central aporta anualmente aproximadamente 450 millones de euros en impuestos, superando todos sus costes operativos, lo que refleja la presión financiera que sufren.
Demandas de diálogo con el Gobierno
En medio de este panorama, el sector nuclear ha solicitado urgentemente una reunión con el Gobierno para discutir las condiciones regulatorias que afectan a la industria. Mientras tanto, el Ejecutivo continúa manejando la situación a puerta cerrada, admitiendo contactos con las eléctricas, pero sin mostrar disposición a modificar el plan de cierre que amenaza con dejar fuera de juego a Almaraz.
Un conflicto impositivo
El principal punto de discordia persiste siendo los impuestos, sobre todo la tasa Enresa, que cubre la gestión de residuos y el desmantelamiento futuro de las instalaciones. En este contexto, se prevé que la lucha por un marco fiscal más justo continúe, siendo clave para la supervivencia de la energía nuclear en el país.