Un reciente informe del Ministerio de Sanidad y el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III ha puesto en evidencia una tendencia preocupante en el manejo del VIH en España. A pesar de que los nuevos diagnósticos de VIH han mostrado una disminución entre 2013 y 2023, el diagnóstico tardío sigue siendo una de las principales preocupaciones, afectando en mayor medida a mujeres y personas de edad avanzada.

En 2023, se registraron 3.196 nuevos diagnósticos de VIH, donde la vía de transmisión predominante es la sexual, representando un 80,7% de los casos. Se observa que los hombres que tienen sexo con hombres (HSH) son los más afectados, acumulando el 55% de los nuevos diagnósticos, mientras que las relaciones heterosexuales y el uso de drogas inyectables constituyen el 25,7% y el 1,7% respectivamente.

Las estadísticas por edades son igualmente reveladoras: el 33,5% de los nuevos diagnósticos se encuentran en personas de entre 25 y 34 años. Sorprendentemente, el 18,3% de los diagnósticos corresponde a personas de 50 años o más, una cifra que refleja la necesidad de una mayor atención a este grupo etario.

Lo más alarmante es que casi la mitad (48,7%) de las personas diagnosticadas en 2023 comenzaron su tratamiento en una fase avanzada de la infección. Esto indica un grave problema en la detección precoz de la enfermedad. La situación es aún más crítica entre aquellos mayores de 50 años, donde el 61,5% fue diagnosticado tarde, frente al 33,4% de aquellos menores de 25 años.

En términos de diferencia por género y vía de transmisión, los hombres heterosexuales presentan la tasa más alta de diagnóstico tardío, del 57,8%, comparado con el 53,5% entre las mujeres. Sin embargo, el 42,1% de los hombres HSH también se enfrenta a diagnósticos tardíos, destacando la clara necesidad de sensibilización en todos los grupos.

Además, el informe revela notables desigualdades en el acceso al diagnóstico. Casi la mitad (49,8%) de los nuevos diagnósticos provienen de personas nacidas fuera de España, especialmente de Latinoamérica. Esta cifra se incrementa hasta el 61,6% en mujeres, lo que sugiere que existen barreras culturales y económicas que obstaculizan el acceso a pruebas y tratamientos.

Es esencial que se implementen campañas de concienciación y que el sistema de salud mejore su accesibilidad para todos, ya que prevenir el diagnóstico tardío no solo es un deber social, sino una necesidad vital para ganar la batalla contra el VIH en España.