El peligro oculto tras el cáncer de mama

Un nuevo estudio revolucionario de la Universidad de Aarhus, Dinamarca, ha lanzado una alarmante advertencia: las mujeres que han sobrevivido al cáncer de mama y padecen síndrome metabólico enfrentan un riesgo mucho mayor de recaída y muerte relacionada con la enfermedad. Los hallazgos, presentados en el Congreso Europeo sobre Obesidad (ECO 2025) y publicados en The Journal of Internal Medicine, subrayan la necesidad urgente de abordar estos factores metabólicos en el seguimiento post-tratamiento.

¿Qué es el síndrome metabólico?

El síndrome metabólico se define por la presencia de al menos tres de estos factores: presión arterial alta, triglicéridos elevados, niveles bajos de colesterol HDL (el ‘bueno’), glucosa alta en ayunas y obesidad abdominal. Según la Asociación Americana del Corazón, estos componentes no solo incrementan el riesgo de enfermedades cardiovasculares, sino que este estudio revela que también amenazan la supervivencia de las pacientes con cáncer de mama.

Impactantes estadísticas que dejan sin aliento

El análisis abarcó a 42,135 mujeres sobrevivientes de cáncer de mama y reveló que aquellas diagnosticadas con síndrome metabólico tenían un escalofriante 69% más de riesgo de recaída y un 83% más de probabilidad de fallecer a causa de la enfermedad en comparación con sus contrapartes sin este síndrome. Además, el estudio indicó que estas mujeres tenían un 57% más de posibilidades de enfrentar eventos graves relacionados con el cáncer, como nuevas recurrencias o fallecimientos durante el seguimiento.

Un problema global que necesita atención

Los hallazgos fueron consistentes en investigaciones llevadas a cabo en Europa, América del Norte y Asia, lo que sugiere que la conexión entre el síndrome metabólico y los peores pronósticos en cáncer de mama es un problema global. Esto resalta la inminente necesidad de establecer estrategias de prevención y manejo del síndrome metabólico para las afectadas en todo el mundo.

¿Por qué sucede esto?

Aunque el estudio no exploró directamente los mecanismos biológicos detrás de esta asociación, se sospecha que ‘la inflamación crónica y los cambios moleculares inducidos por la obesidad’ podrían desempeñar un papel crucial. El exceso de grasa corporal puede elevar los niveles de estrógeno, lo que a su vez puede estimular el crecimiento de células cancerosas y alterar el microambiente del tumor, facilitando la metástasis.

Lo que se debe hacer: Propuestas para el futuro

Los investigadores enfatizan la necesidad de realizar pruebas metabólicas en mujeres que han sobrevivido al cáncer de mama y de implementar intervenciones para controlar los factores de riesgo metabólico. Además, sugieren que ‘futuras investigaciones deben centrarse en cómo la gestión de la grasa en sangre, la reversión de la diabetes y la adopción de hábitos de vida saludables podrían reducir la prevalencia del síndrome metabólico y, en última instancia, mejorar las tasas de supervivencia’ en esta población.