En un sorprendente giro de los acontecimientos, sesenta expertos en guerra electrónica de la Royal Air Force (RAF) han sido enviados urgentemente a las bases estadounidenses en el Reino Unido ante avistamientos inusuales de drones cerca de estas instalaciones. Desde la semana pasada, la situación ha llevado a una investigación oficial que hasta ahora no ha identificado a los responsables, aunque las sospechas apuntan a posibles conexiones con actos de sabotaje atribuidos a Rusia en los últimos meses en los países bálticos y Alemania.

Un portavoz de las fuerzas estadounidenses en Europa confirmó que "hubo avistamientos ayer por la noche", indicando una variabilidad en el número y la frecuencia de los drones sobrevolando bases en el este de Inglaterra: Lakenheath, Mildenhall y Feltwell. Estos avistamientos empezaron el 20 de noviembre, coincidiendo con la autorización para que Ucrania utilizara misiles ATACMS y Storm Shadow en territorio ruso, lo que añade un contexto de tensión geopolítica a esta alarmante situación.

Aunque los drones han sido considerados como no hostiles hasta ahora, las autoridades militares han enfatizado que sus actividades están siendo cuidadosamente monitoreadas. Una fuente cercana a la investigación mencionó a The Times que la operación de los drones parece estar "coordinada", sugiriendo un nivel de profesionalismo que podría descartar la posibilidad de que sean manejados por aficionados.

Los especialistas británicos no solo están colaborando en la investigación, sino que también han activado el sistema antidrones conocido como Ninja. Este equipo avanzado tiene la capacidad de interferir en las comunicaciones de los drones a distancias de hasta siete kilómetros y puede redirigirlos o forzarlos a regresar a su base. Además, el sistema incluye un dispositivo apodado Guardian, un rifle electrónico que puede neutralizar drones hostiles a diez kilómetros.

La guerra en Ucrania ha exacerbado el uso de drones, con reportes de que el ejército ruso lanzó 188 UAVs (aeronaves no tripuladas) en un solo ataque el pasado lunes. Además, en los países bálticos, los avistamientos de estas tecnologías se han vuelto comunes, generando una creciente preocupación sobre la seguridad en la región.

Recientemente, se reportó un incidente inquietante donde un dron misterioso fue avistado volando sobre el portaaviones británico HMS Queen Elizabeth en aguas cercanas a Hamburgo. Según el tabloide alemán Bild, los militares alemanes estuvieron a punto de derribar el dron antes de que desapareciera. Este tipo de eventos no solo pone en riesgo la seguridad militar sino que también podría representar una creciente amenaza a la soberanía de los espacios aéreo europeo.

Ken McCallum, director del MI5, lanzó una seria advertencia en octubre, afirmando que los servicios de inteligencia rusos están empeñados en "crear un caso sostenido en las calles británicas y europeas". Esta situación sigue evolucionando, y los gobiernos deben estar en alerta máxima ante los posibles riesgos que estos drones no identificados puedan representar.