Más de un centenar de casos de fiebre del Nilo Occidental (FNO) en humanos se han confirmado en España durante el año 2024, según el último informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. A pesar de los esfuerzos por controlar la enfermedad, el virus sigue siendo una amenaza endémica en el país, con 60 focos en équidos y 9 en aves.

La Fiebre del Nilo Occidental: Contexto Crítico

El virus FNO, que se transmite principalmente a través de mosquitos del género Culex, se ha convertido en un desafío significativo para la salud pública en España. Desde su llegada, ha encontrado un ambiente propicio para su propagación, asociado a factores climáticos y a la diversidad de especies de aves que actúan como reservorios.

Focos en 2024: Una Propagación Alarmante

Hasta este momento, se han registrado 60 focos en equinos y 9 en aves. Andalucía es la comunidad autónoma más golpeada, con 21 focos en Sevilla y otros concentrados en Cádiz, Huelva y Jaén. Estas cifras muestran la vulnerabilidad del Sur de España ante el virus. También se han reportado casos en Castilla-La Mancha y Cataluña, donde el linaje 2 del virus, que llegó hace pocos años, se ha consolidado.

Impacto en Fauna y Flora

Entre las aves afectadas están especies vulnerables como el águila imperial ibérica y el ibis eremita, lo que indica la importancia de la vigilancia de la fauna silvestre. Se han llevado a cabo análisis mediante vigilancia pasiva, permitiendo detectar la circulación temprana del virus en diversas aves.

Crecimiento de Casos Humanos

De acuerdo con el informe, hasta octubre de 2024 se han confirmado 114 casos humanos. Este aumento es alarmante comparado con años anteriores y se relaciona con la migración de aves portadoras y condiciones ambientales favorables para la cría de mosquitos. Las autoridades de salud recalcan la necesidad urgente de implementar medidas de prevención y control.

Medidas de Control Estrategias

El Ministerio de Agricultura ha intensificado los esfuerzos de control a través de un Plan de Vigilancia de la FNO, activo desde 2007. Este plan se activa cada año entre marzo y finales de otoño, incluyendo acciones como la captura y análisis de mosquitos, vigilancia en aves y equinos centinelas, y monitoreo de la mortalidad de aves silvestres.

Las autoridades instan a la población a reportar cualquier caso de mortalidad anormal en la fauna salvaje, ya que estos incidentes son cruciales para detectar brotes tempranos en humanos y animales.

Colaboración Vital

Con el aumento de los casos y la aparición constante de nuevos focos, la cooperación entre instituciones y la ciudadanía es más relevante que nunca. Este informe subraya la necesidad de mantener un frente común contra la fiebre del Nilo Occidental. Los expertos advierten que la movilización social y la colaboración interinstitucional son claves para mitigar el impacto de esta enfermedad.