El inesperado giro de Trump en la guerra comercial

Los consumidores en Estados Unidos respiraron aliviados este sábado al enterarse de la sorprendente decisión del presidente Trump de excluir teléfonos, ordenadores y chips de los aranceles recíprocos que amenazaban con disparar los precios de dispositivos tecnológicos. La noticia llegó justo a tiempo para apaciguar los temores de que un iPhone o un Samsung pudiera costarles el doble.

Excepciones clave en la política arancelaria

Un documento emitido por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza reveló que varios productos electrónicos quedan fuera de la elevada tasa del 145% impuesta a los bienes de China, y del 10% que afecta a la mayoría de los socios comerciales de EE.UU. Estos cambios son un intento de Trump para evitar un desastroso aumento de precios en un sector ya vulnerable.

La lucha en el sector tecnológico

El sector tecnológico, que incluye teléfonos inteligentes y componentes electrónicos, es altamente sensible a estas decisiones. Si Trump aspira a revitalizar la manufactura estadounidense, se enfrenta a una tarea monumental, ya que la producción de estos productos no se puede trasladar de la noche a la mañana y podría llevar años.

La incertidumbre persiste a pesar de las exenciones

Sin embargo, este alivio podría ser temporal. Los analistas advierten que los productos actualmente exentos podrían enfrentar nuevos aranceles más adelante. Así, la incertidumbre continúa reinando en la nueva era comercial bajo Trump. La reciente escalada en las tensiones comerciales con China ha recordado a todos que las negociaciones están lejos de ser concluyentes.

La batalla económica entre potencias