La llegada de Anita hace dos años ha sido un rayo de luz en la vida de Ana Obregón, quien atravesó un periodo de profunda tristeza tras la trágica pérdida de su amado hijo, Aless Lequio, conocido como el guerrero de la eterna sonrisa, además de la muerte de sus padres en un breve lapso de tiempo. Estas pérdidas la dejaron devastada, hasta que la llegada de su nieta le devolvió la alegría, dándole un nuevo sentido a su vida.

Recientemente, durante una emisión del programa TardeAR, se generaron dudas sobre la paternidad de Anita, señalando que podría no ser hija biológica de Aless Lequio, como se menciona en la revista Lecturas. El periodista Luis Pliego argumentó que, de acuerdo con la legislación española, sería complicado que Aless fuera el padre biológico, ya que se requeriría que él hubiera firmado documentos relevantes para la donación de su material genético, lo que no puede hacerse sin la supervisión del Ministerio de Sanidad.

Ana Obregón ha reaccionado de manera firme ante tales especulaciones. En una declaración a ¡HOLA!, expresó su asombro por la cantidad de rumores absurdos que debe soportar y destacó que la 'prueba biológica más evidente' es que Anita se parece exactamente a su padre, afirmando que es una 'calcamonía exacta'.

La actriz, que cuenta con formación en biología, enfatizó que no solo se basó en el parecido físico: 'Lo primero que hice con Anita después de dejar el hospital fue una prueba de ADN, porque yo también quería quedarme tranquila', reveló. Además, Ana mencionó que está reservándose el derecho a emprender acciones legales debido a la difusión de estas falsedades, reafirmando así su rol protector como abuela.

En una sociedad donde la figura de la familia y la maternidad son constantemente cuestionadas, Ana Obregón se convierte en un símbolo de resiliencia, enfrentándose a las adversidades con la fortaleza que le brinda su nieta. La historia de Anita va más allá de solo ser un vínculo familiar; representa un nuevo comienzo y una esperanza renovada para Ana, quien sigue luchando por mantener viva la memoria de su hijo mientras disfruta de los momentos que comparte con su pequeña.