La influencer y exconcursante de 'Supervivientes', Anabel Pantoja, ha mostrado por primera vez su tripa posparto apenas tres días después de haber dado a luz a su primera hija, Alma. La prima de Isa Pantoja ha decidido compartir una realidad sin filtros sobre su experiencia como nueva madre, dejando de lado cualquier idealización.

En medio de la avalancha de críticas que ha recibido por expresar de forma abierta su vulnerabilidad en las redes sociales, Anabel ha defendido su derecho a compartir momentos de emoción, incluso aquellos donde aparece en lágrimas tras recibir ramos de flores de sus amigas de la infancia. Este derramamiento de emociones se ha visto acompañado por una sincera reflexión sobre los retos de la maternidad.

La influencer ha solicitado comprensión y empatía de parte de colaboradores de televisión que comentan sobre su situación. Asegura que está viviendo un proceso totalmente nuevo y le sorprende la carga emocional que eso conlleva. Vestida con pijama y sin maquillaje, Anabel busca proyectar naturalidad y autenticidad en su jornada como madre.

"Estoy entre compresas porque me dieron tres o cuatro puntos y crema de almorranas, toallas...", confesó la artista, dejando claro que no se siente en la mejor forma física: "Esta es la barriga que se me ha quedado: un poco bastante colgona después de parir. Ojalá pudiera deciros que estoy súper delgadita, pero estoy feliz porque he decidido traer al mundo a la niña más maravillosa para mí".

La reacción a su publicación fue abrumadora, con figuras como Alma Cortés, Kiko Rivera y otros colegas dando 'like' en apoyo a sus palabras. También su exmarido, Omar Sánchez, felicitó a Anabel públicamente, celebrando el nacimiento de Alma con un mensaje de cariño: "¡Enhorabuena! Muchas felicidades. Espero y deseo que salga con toda la salud del mundo llena de amor y felicidad".

Sin embargo, lo que debió ser un momento de celebración se ha convertido en un debate sobre la representación realista de la maternidad en las redes sociales. Anabel ha mostrado que tras las cámaras de la vida pública, existen luchas internas que muchas mujeres enfrentan al convertirse en madres. Este acto de sinceridad ha despertado tanto apoyo como críticas, reflejando el amplio espectro de opiniones sobre cómo se debe vivir y mostrar la maternidad en la era digital.