El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado este jueves que la economía del país y los mercados "van a prosperar" gracias a su nuevo programa de "aranceles recíprocos" que fue presentado el miércoles. Sin embargo, este anuncio ha generado una tempestad en las bolsas internacionales, planteando serias preocupaciones sobre una posible recesión a gran escala.

Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Trump afirmó: "Está yendo muy bien", a pesar de que inmediatamente después de la implementación de su paquete arancelario, las bolsas asiáticas y europeas sufrieron caídas significativas. Actualmente, en Nueva York, los principales indicadores de Wall Street registran pérdidas que oscilan entre el 3% y el 5%. Estas cifras han despertado alarmas entre los inversores, que temen por el futuro de la economía global.

Por otro lado, Maros Sefcovic, el comisario europeo de Comercio, ha anunciado que este viernes sostendrá conversaciones con sus "homólogos estadounidenses" para discutir la imposición de un arancel del 20% sobre productos de la UE por parte de Estados Unidos. Este desarrollo ha llevado a que algunos líderes europeos expresen su preocupación por el impacto de estas medidas sobre las economías locales.

Además, la reacción de Rusia no se ha hecho esperar, ya que ha comparado la situación de la Unión Europea (UE) con un barco que está llegando al fondo del mar. Este comentario se produce en un momento crítico, ya que los países europeos están buscando la manera de mitigar las consecuencias de estas sanciones comerciales.

Los economistas advierten que, si persisten las tensiones comerciales, podría haber efectos en la cadena de suministro global, lo que afectaría a los consumidores en diversas partes del mundo. La incertidumbre también podría llevar a empresas a reconsiderar sus estrategias de inversión, agravando aún más la situación económica en un contexto ya de por sí frágil.

Con todo este panorama, el mundo observa atentamente las decisiones de Trump y su administración, esperando que no se desate una guerra comercial que podría afectar a millones de trabajadores y consumidores alrededor del planeta.