En Madrid, durante el ‘IV Curso de Artrosis de la Sociedad Española de Reumatología’, se discutió un fenómeno inquietante: el notable aumento de casos de artrosis entre personas jóvenes, especialmente aquellos en sus 30 y 40 años. Este cambio drástico en la percepción de la enfermedad, que tradicionalmente se asociaba únicamente con la edad avanzada, ha llevado a los expertos a investigar los factores detrás de esta tendencia preocupante.

Francisco Castro, reumatólogo del Centro Médico Teknon de Barcelona y uno de los coordinadores del evento, subrayó que la creciente tasa de obesidad es uno de los factores de riesgo más significativos. La obesidad no solo ejerce una presión adicional sobre las articulaciones de carga como las rodillas y las caderas, lo que puede provocar artrosis a una edad más temprana, sino que también se relaciona con la artrosis en articulaciones que normalmente no soportan peso, debido a procesos de inflamación metabólica.

Además, el Dr. Castro destacó que los estilos de vida actuales, que incluyen un aumento en la práctica de deportes de alto impacto sin la adecuada preparación, también están contribuyendo al desgaste prematuro de las articulaciones. Esta situación se ve agravada por una predisposición genética y ciertos patrones laborales que fomentan un estilo de vida sedentario entre los jóvenes.

La detección temprana ha permitido identificar estos casos de artrosis en etapas más iniciales, lo que ha llevado a un incremento en la implementación de nuevas terapias. Lola Fernández de la Fuente Bursón, del Servicio de Reumatología del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa en Sevilla, compartió su perspectiva sobre los avances en el tratamiento de esta enfermedad. Las terapias regenerativas, que incluyen técnicas como la bioimpresión 3D, biomateriales inteligentes y nanotecnología, están revolucionando la forma de abordar la artrosis.

Estas innovaciones ofrecen a los pacientes beneficios significativos: alivio duradero del dolor, mejoras en la movilidad articular y la potencial ralentización de la progresión de la enfermedad. No obstante, la Dra. Fernández advirtió que, aunque los riesgos asociados a estas terapias suelen ser bajos, existen desafíos, como la necesidad de estandarizar protocolos y la variabilidad en los resultados.

A pesar de que todavía no hay evidencia concluyente que respalde la regeneración estructural del cartílago a largo plazo, muchos estudios han reportado mejoras en la funcionalidad y el control del dolor, proporcionando una alternativa esperanzadora para aquellos que no responden a tratamientos convencionales.

La preocupación por la artrosis en jóvenes es un llamado a la acción para adoptar estilos de vida más saludables y concienciar sobre la importancia de la detección temprana y el tratamiento adecuado. ¿Qué medidas tomarás tú para cuidar de tus articulaciones? ¡Es hora de actuar antes de que sea demasiado tarde!