¡Aventura y Rescate! Los Científicos Cuentan su Milagroso Escape Tras el Naufragio en Asturias
2025-04-11
Autor: Carmen
"Hemos vuelto a nacer": La Impactante Historia de Seis Científicos
La suerte les sonrió a Ricardo Sagarminaga y su equipo, cuando lo que debía ser un tranquilo viaje de investigación casi se convierte en tragedia. "Hemos vuelto a nacer", dice este biólogo madrileño y fundador de la ONG Alnitak. Ricardo y sus cinco colegas zarparon del puerto de Cudillero en el velero llamada "Toftevaag" a las 4:30 de la mañana, pero alrededor de las 11:00, a 50 kilómetros de la desembocadura del Nalón, un fuerte golpe llevó a su embarcación al fondo del mar.
El momento uno para recordar fue el choque. "Era un día radiante, navegábamos a la perfección hasta que todo cambió", lamenta Sagarminaga al llegar, con sus compañeros, al Aeropuerto de Asturias. Afortunadamente, todos estaban en buen estado de salud, lo que aliviaba su aflicción. "Me da mucha pena, llevaba 35 años con el barco. Era parte de mí", comparte el científico emotivamente.
El Dramático Naufragio y el Heroico Rescate
Tras el impacto, el equipo se dio cuenta de que el agua comenzaba a inundar el velero. Activaron las bombas de emergencia y se contactaron con Salvamento Marítimo. Inicialmente pensaron que podrían seguir, pero media hora después, la situación se tornó crítica y tuvieron que solicitar urgentemente un helicóptero de rescate.
El dispositivo de rescate fue impresionante: un helicóptero de Viveiro y dos embarcaciones, junto con una patrullera de la Guardia Civil, respondieron a la emergencia. También el mercante "Sandra" desvió su ruta para ayudar, mientras que la ambulancia del Aeropuerto de Asturias, que paradojicamente bajo amenaza de cierre, llegó rápido al lugar.
La Historia Detrás del "Toftevaag"
El "Toftevaag" era más que un simple barco; tiene historia. Construido en 1910 en Noruega, tuvo sus inicios como un knarr, un barco utilizado para el transporte y la pesca. A lo largo de los años, ha sido adaptado, primero como goleta dotada de motor en 1958 y, posteriormente, como uno de los pilares del proyecto Alnitak, dedicado a la conservación marina.
En los últimos años, el velero ha sido fundamental para estudiar los ecosistemas del océano, realizando censos acústicos y visuales sobre cetáceos y estudios sobre la fauna marina. Sin embargo, tras el naufragio, el futuro del "Toftevaag" es incierto, aunque su legado en la ciencia y conservación de la naturaleza perdurará.
Un Futuro Raro y Esperanzador
Este suceso ha dejado una profunda marca en los sobrevivientes, quienes ahora se ven obligados a recuperarse y regresar a su rutina. Pero, por encima de todo, los científicos han aprendido que la vida puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, y se sienten agradecidos por una segunda oportunidad. Su experiencia remarca la importancia de la seguridad al navegar y el valor de la colaboración entre grupos de rescate.
De vuelta en tierra firme, no solo se proponen regresar a sus trabajos, sino que también llevan consigo una lección vital sobre la fragilidad y la belleza de la vida.