Este domingo está programada una manifestación por el derecho a la vivienda, lo que ha llevado a poner sobre la mesa las crecientes dificultades para acceder a un hogar en el debate plenario de la Asamblea de Madrid. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, optó por un discurso incendiario, desviando la atención del tema principal. "¿Qué le voy a pedir a unos partidos que son capaces de pactar la ley de vivienda de todos los españoles con los expertos en zulos que son los etarras de Bildu?" afirmó con vehemencia.

La portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, criticó con dureza que Ayuso viva en un ático de un millón de euros, financiado por un amigo empresario, mientras los ciudadanos se enfrentan a dificultades para pagar el alquiler. Además, instó a la presidenta a limitar los precios de la vivienda en vez de usar la ley estatal como excusa para justificar la elevadísima carestía de la vivienda en la región. "El rentismo es un cáncer para la economía", manifestó Bergerot, aludiendo a la política del PP que favorece a quienes compran propiedades en lugar de ayudar al ciudadano común.

En su defensa, Ayuso acusó a la oposición de adoptar "recetas comunistas", sugiriendo que la regulación de los precios solo llevaría al colapso de la oferta de vivienda. Advertía sobre un supuesto apocalipsis comunista por las intervenciones en el mercado, ideas que, según ella, no tendrían ni apoyo entre los más jóvenes. Además, subrayó que la Comunidad de Madrid enfrenta una "explosión demográfica" y anunció que se entregarían otras 2,000 viviendas de su plan de alquiler asequible antes de finalizar el año, aunque reconoció que los precios de estas viviendas apenas son inferiores a los precios de mercado.

En su crítica al Gobierno central, Ayuso se dirigió también a Begoña Gómez, la esposa del presidente del gobierno, acusándola de degradar la calidad de la educación en universidades públicas, especialmente la Complutense. "Viven desde lo público para destruirlo desde dentro con sus amigos sindicalistas", reprochó a Juan Lobato, secretario general del PSOE-M.

A diferencia de la dirección nacional del PP, que había optado por no involucrarse en las audiencias públicas sobre la gestión de Gómez, el PP madrileño sí ha decidido incluirla en una comisión para investigar posibles casos de nepotismo. Este movimiento estaría coordinado con la dirección nacional del partido, aunque la atención sobre la educación pública y la situación en las universidades sigue creciendo en la opinión pública.

Finalmente, Lobato lanzó al gobierno autonómico un serio reproche, acusándolos de haber diseñado un plan para desmantelar la educación pública y subrayando que deberse endeudarse para acceder a la educación no se puede considerar libertad. Así, el enfrentamiento político en torno a la política educativa y de vivienda en la Comunidad de Madrid parece intensificarse, con un futuro incierto para muchos ciudadanos.