La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha inaugurado este jueves en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares una obra monumental del reconocido pintor Augusto Ferrer-Dalmau, que rinde homenaje al Cardenal Cisneros, una figura clave en la historia de España.

El cuadro, que mide 2,5 metros de alto y 2 metros de ancho, captura una dramática escena de la conquista de Orán en 1509. Esta pintura ha sido precisamente encargada por la Sociedad de Condueños de Alcalá de Henares y se erige como un tributo al fundador de la Universidad de Alcalá, un centro educativo que se convirtió en faro del conocimiento en la península ibérica.

Isabel Díaz Ayuso elogió a Ferrer-Dalmau, quien se ha consolidado como uno de los más célebres pintores de batallas en la actualidad, señalando que "ha reintroducido y revitalizado el género de la pintura histórica, que es imprescindible para comprender quiénes somos y de dónde venimos". En este sentido, la presidenta enfatizó la importancia de recordar y estudiar los hechos históricos y sus protagonistas en una época donde el conocimiento de nuestro pasado parece desvanecerse.

La alcaldesa de Alcalá, Judith Piquet, expresó su satisfacción destacando que es un "inmenso honor" para la ciudad contar con una obra de tal magnitud, agradeciendo también el creciente interés de políticos e instituciones por el patrimonio cultural y su relevancia histórica. "La universidad que fundó Cisneros en Alcalá fue fundamental para la difusión del conocimiento en el imperio español y su legado sigue vivo hoy", añadió Piquet.

El espectacular cuadro puede ser admirado en el antiguo patio de la Cruz Roja, ubicado junto a la Plaza de Cervantes. Este espacio no solo alberga la pintura, sino que también es testigo de la rica historia de la ciudad, que fue pionera en la protección del patrimonio artístico universitario desde su inauguración en 1850.

Cabe destacar que Ferrer-Dalmau ya había capturado un episodio histórico relevante de Alcalá en 2011, representando la salida de los Zapadores de Alcalá de 1808, un levantamiento contra las tropas napoleónicas. Con esta obra, los habitantes de Alcalá tienen la oportunidad no solo de disfrutar de un gran trabajo artístico, sino también de reconectar con su historia y legado cultural.