Banc Sabadell ha dejado claro este martes que el negocio de las pequeñas y medianas empresas (pymes) es fundamental para su estrategia, refiriéndose a él como "la joya de la corona". Esta declaración se produce en un contexto en el que el BBVA ha lanzado una oferta pública de adquisición (OPA), la cual está siendo minuciosamente analizada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

César Gonzáloz-Bueno, el consejero delegado de Banc Sabadell, habló en la Cámara de Comercio de Madrid sobre la solidez de su negocio de pymes, subrayando que en este sector, "la competencia ha pinchado hueso". Explicó que muchas empresas en España utilizan cuatro bancos en promedio, y cuestionó la efectividad de la competencia en el mercado, sugiriendo que si no hay avances significativos, "que alguien me lo explique".

González-Bueno también advirtió sobre la tendencia del sector bancario hacia el monopolio, recordando que las leyes antimonopolio existen precisamente para evitar esta concentración. Según sus declaraciones, "hay sectores que por su naturaleza tienden a la concentración, al oligopolio o al monopolio. Hay que preservar el equilibrio en el mercado".

La CNMC ha decidido profundizar su investigación debido a que "España sigue siendo un país institucionalizado" donde se protegen los "intereses superiores" de la economía. En este sentido, señaló que varias asociaciones, tanto empresariales como sindicales, están presentando sus alegaciones en el proceso de compra propuesto por el BBVA.

En cuanto a la competencia publicitaria, el BBVA ha lanzado una campaña para invitar a los accionistas de Banc Sabadell a dialogar, algo que Gonzáloz-Bueno criticó, indicando que la campaña parece anticipada y fuera de lugar, ya que fue diseñada bajo la expectativa de que el proceso de canje comenzaría antes. "No es el momento" para este tipo de acciones, según su opinión.

Finalmente, el consejero delegado de Banc Sabadell predice que, si se lleva a cabo la OPA, será difícil que ocurra antes de la mitad del próximo año. En su análisis, argumentó que tal operación no beneficiaría a España ni a Banc Sabadell, ni a sus clientes o accionistas, destacando la importancia de considerar el impacto real de estos movimientos en el sector financiero.