En el crucial terreno de la fusión entre BBVA y Banco Sabadell, ambos bancos están llevando a cabo intensas maniobras para atraer a los empresarios a su causa. A medida que se acerca el análisis por parte de la Comisión Nacional de Mercados y de la Competencia (CNMC), la presión se siente en el aire.

Banco Sabadell, en particular, está preparando una contraofensiva contra la opa de BBVA, señalando el posible impacto negativo que esta podría tener en las pequeñas y medianas empresas (pymes) de España. La entidad considera que la fusión podría limitar opciones crediticias y aumentar la concentración del mercado, afectando directamente a los emprendedores locales.

Mientras tanto, BBVA intenta suavizar esta crítica, argumentando que la fusión podría ofrecer una mayor solidez financiera y mejores condiciones para todos sus clientes, incluyendo a las pymes. Ambas entidades están llevando a cabo negociaciones y diálogos con diferentes patronales y asociaciones, buscando apoyo y respaldo en esta delicada situación.

En este contexto competitivo, la batalla por la opinión pública y el apoyo empresarial será crucial para determinar el futuro de la opa. ¿Las pymes saldrán favorecidas o desfavorecidas? La respuesta a esta pregunta podría redefinir el paisaje bancario en España y establecer un nuevo estándar para las fusiones en el sector.