Después de la sorpresiva derrota por 1-0 ante el Granada en Los Cármenes, Javi Calleja no se contuvo y llevó a cabo una intensa y emotiva reunión con sus jugadores en el vestuario. El entrenador mostró su profundo descontento por la falta de comunicación y cohesión que se vivió en el terreno de juego, un aspecto crítico en el fútbol profesional.

"Estoy más motivado que nadie. He hablado con los jugadores y les he hecho entender que esto es solo un juego; podemos ganar o perder, pero en estos próximos 10 partidos lo más importante es que la actitud y el trabajo estén por encima de cualquier rival", expresó Calleja en una declaratoria en la sala de prensa del estadio.

Alemao, un jugador clave para la estrategia del técnico, compartió su perspectiva con LA NUEVA ESPAÑA, el único medio asturiano presente en el lugar. "Calleja nos dijo que cada uno debe reflexionar sobre qué puede mejorar individualmente. No podemos continuar así en el campo, sin comunicarnos. Necesitamos ser conscientes de que las cosas no están funcionando y, aun así, seguimos con la misma actitud. Debemos trabajar duro para cambiar esto porque si no, no lograremos nada", señaló el delantero, quien se muestra comprometido con la mejora del equipo.

El ambiente en el vestuario es tenso, pero también se percibe un enfoque renovado entre los jugadores, quienes saben que la situación es crítica en la persecución del play-off. La obligación de ganar cada partido se vuelve apremiante, y el mensaje de Calleja se ha convertido en un grito de batalla para el equipo. ¿Podrán los futbolistas del Oviedo superar este bache y recuperar su mejor versión? La respuesta está en sus manos.