Recibir el diagnóstico de cáncer de pulmón, el tipo más mortal de cáncer, produce un verdadero "tsunami" emocional que arrastra consigo no solo el bienestar emocional, sino también los recursos económicos de los pacientes. Un alarmante 50% de los afectados experimenta una reducción en sus ingresos a consecuencia de la enfermedad, y seis de cada diez sufren una merma cercana al 20%, aunque esta cifra puede superar el 30% en algunos casos.

Bernard Gaspar, presidente de la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón (AEACaP), advierte sobre la gravedad del problema en vísperas del Día Mundial del Cáncer de Pulmón, que se conmemora el 17 de noviembre. Muchos enfermos pueden cubrir gastos que el sistema de salud no asume, como tratamientos dermatológicos y nutricionales, pero hay quienes se ven obligados a recurrir a préstamos o a pedir ayuda a familiares.

La situación financiera es desesperante: el 81% de los pacientes encuentra dificultades para acceder a cuidados esenciales. Según el 8° Informe de Lung Cancer Europe sobre el "Impacto económico del cáncer de pulmón en España", es especialmente preocupante que el 14,3% de los afectados no puede subsistir con lo que les queda tras el diagnóstico.

La incapacidad para trabajar se presenta como la principal causa de esta merma, afectando al 28,3% de los pacientes. La lucha económica obliga a muchos a reestructurar sus vidas, ya sea limitando actividades de ocio o cambiando planes familiares.

Bernard, que atravesó el doloroso proceso de perder a su esposa a causa de esta enfermedad, ha tenido que lidiar con las sesiones de psicooncología para gestionar su propio duelo y el de sus hijos. Cada sesión, que cuesta entre 80 y 90 euros, se convierte en una carga que su asociación intenta mitigar al ofrecer las primeras diez gratuitamente.

La historia de Mª Ángeles Marín, conocida como Leles, revela cómo el diagnóstico puede ser devastador. En noviembre de 2021, durante una revisión de asma, su neumólogo descubrió un gran tumor en su pulmón izquierdo. A pesar de no ser fumadora, Leles fue diagnosticada con adenocarcinoma de pulmón en estadio IV, con metástasis en varias áreas de su cuerpo, y tuvo que enfrentar la angustia de un pronóstico incierto.

A pesar de su situación, Leles ha tenido la fortuna de continuar con su estabilidad económica, ya que su esposo ha mantenido el negocio familiar. Sin embargo, es testigo de cómo otros pacientes enfrentan dificultades económicas severas por la falta de mano de obra y recursos. Su mensaje es claro y contundente: "No es el cáncer malo. Para desarrollar cáncer de pulmón, solo es necesario tener pulmones. No debemos estigmatizarlo, ya que ni los fumadores lo merecen".

Además, se evidencia la falta de programas de cribado que podrían ser clave para la detección temprana. Actualmente, más de 30,000 casos de cáncer de pulmón se diagnostican anualmente en España, el 70% de los cuales están avanzados, lo que representa una carga económica de 2,100 millones de euros al sistema de salud. Cada paciente en las etapas iniciales incurre en un costo de 63,245 euros, cifra que se eleva a más de 103,000 euros en casos metastásicos.

Se está poniendo en marcha un proyecto llamado 'Cassandra' en varios centros públicos para comenzar a implementar programas de cribado, aunque los expertos sugieren que los criterios actuales deben ser mejorados. La Lung Ambition Alliance, una iniciativa global, subraya la importancia de la detección temprana como una forma de reducir tanto el sufrimiento humano como el impacto económico del cáncer de pulmón, destacando que los programas de cribado son diez veces menos costosos que los tratamientos de inmunoterapia.