En medio de una creciente polémica en torno al funcionamiento del Tribunal Constitucional (TC) de España, su presidente, Cándido Conde-Pumpido, ha hecho declaraciones contundentes sobre la legitimidad del órgano, que se ha visto amenazado por críticas tanto de la política como del ámbito judicial. En una reciente entrevista, Conde-Pumpido dejó claro que cuestionar al TC es equivalente a cuestionar la propia Constitución y el sistema democrático.

En un contexto donde la Sala Segunda del Tribunal Supremo ha alertado que los jueces del TC no cuentan con "carta blanca" y pueden ser sometidos a juicio por prevaricación, Conde-Pumpido se enfrenta a desafíos significativos. En este sentido, se espera que la Audiencia de Sevilla presente una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la reducción de las condenas en el caso de los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán. La propuesta de Conde-Pumpido para debates internos en el TC busca resolver estas tensiones y establecer un diálogo constructivo.

El presidente del TC enfatizó que actualmente hay 30 procedimientos en curso relacionados con la controvertida ley de amnistía, la cual enfrenta múltiples recursos de inconstitucionalidad y amparos ciudadanos. Aseguró que la primera sentencia sobre esta ley podría estar lista antes del verano, lo que destacaría la seriedad y rapidez del tribunal en la entrega de justicia.

Con respecto a la crítica creciente hacia el TC, Conde-Pumpido expresó su preocupación por la polarización en el debate político actual. El magistrado denunció las presiones ejercidas por poderosos grupos políticos y mediáticos que buscan legitimar ataques contra el TC. Recordó su papel fundamental en el sistema democrático, afirmando que todas las ramas del gobierno, incluyendo el Ejecutivo y el Legislativo, están sujetas a las decisiones de este órgano garantista.

En relación al tema de la politización del TC, Conde-Pumpido defendió la imparcialidad del tribunal y subrayó que las críticas a menudo surgen de un desconocimiento general sobre su funcionamiento y estructura. Aseguró que la experiencia de los magistrados del TC es variada, con muchos de ellos habiendo ocupado puestos relevantes en otros ámbitos del poder judicial y político. A nivel internacional, comparó la composición del TC español con tribunales de otros países europeos, donde la presencia de juristas con experiencia política es habitual y enriquece la toma de decisiones.

Conde-Pumpido concluyó su discurso reafirmando que el Tribunal Constitucional es un baluarte del Estado de Derecho, y que su papel es vital para la protección de los derechos fundamentales y la democracia en España. Su capacidad para actuar independientemente frente a los poderes del Estado será crucial en los próximos desafíos legales que se avecinan, especialmente en el caso de la ley de amnistía, que podría tener un profundo impacto en la política española.